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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
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Podcast el futuro del trabajo

Episodio 27
Trabajadores domésticos

¿Es el trabajo doméstico un trabajo de cuidados?

6 de octubre de 2023
00:00

En muchos países escasean los cuidadores. En un esfuerzo por rectificar esta situación, algunos están reevaluando las condiciones, la remuneración y el estatus de estos trabajadores. Sin embargo, con demasiada frecuencia, las mejoras excluyen a los clasificados como trabajadores domésticos, a pesar de que realizan tareas de cuidado, ya sea indirecto (como tareas de limpieza) y directo (como el cuidado de niños).

En 2011, se adoptó el Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, la primera norma laboral internacional que reconocía el trabajo doméstico como equivalente a todos los demás tipos de trabajo. 12 años después de que se aprobara el Convenio, ¿por qué se sigue infravalorando el papel de los trabajadores domésticos y cómo puede reconocerse adecuadamente su contribución a la economía de los cuidados?

Transcripción

[música de fondo]

-Hola.

Bienvenidos a otra edición del podcast de la OIT sobre el Futuro del Trabajo.

Soy Sara López.

Es probable que a lo largo de nuestra vida casi todos necesitemos los servicios

y las competencias de los cuidadores.

Sin embargo, algo que quedó claro durante la pandemia del COVID-19

es que este tipo de trabajo suele estar infravalorado,

tanto en términos de estatus

y reconocimiento como de remuneración y condiciones.

Este es el caso en particular de quienes realizan tareas de cuidados

en los domicilios particulares de otras personas a menudo

como parte de una cartera que es más amplia de tareas a domicilio.

Me estoy refiriendo, por supuesto, a los trabajadores domésticos.

Algunos países están reevaluando el estatus,

la consideración y un poco las condiciones de sus cuidadores

como parte de los esfuerzos

para tratar de atraer a más trabajadores al sector

y satisfacer la creciente demanda de trabajadores en este sentido.

Sin embargo, existe el peligro de que los clasificados

como trabajadores domésticos no se beneficien de este proceso.

En 2011 se adoptó el Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras

y trabajadores domésticos.

Esta fue la primera norma laboral internacional

que reconoció el trabajo doméstico como lo que es, es trabajo real.

En este podcast analizaremos el papel de las trabajadoras domésticas,

los trabajadores domésticos y cómo puede reconocerse adecuadamente

su contribución a la economía del cuidado.

Hoy está conmigo María Serrano,

miembro del comité ejecutivo de United Domestic Workers

en los Estados Unidos de América,

sindicato que representa a las personas trabajadoras

en el ámbito de atención directa

y en alianza con todo tipo de trabajadores domésticos.

Además, se dedica, en este caso, a la realización de trabajos

de cuidado de atención directa a las personas.

También contamos en esta ocasión con Elena Pérez,

secretaria general de la Asociación de Trabajadoras del Hogar

de la República Dominicana.

También ha dedicado toda su vida al trabajo de cuidados.

Por último, también contamos con la especialista de OIT

en trabajo doméstico y otros trabajos vulnerables, Claire Hobden.

Bienvenidas a las tres.

Muchísimas gracias por acompañarnos en este podcast.

María, ¿puedo empezar contigo?

¿Crees que se reconoce suficientemente

el hecho de que el servicio de asistencia a las personas forma parte

de esta cartera de trabajo de un trabajador doméstico?

¿Lo encuentras incluido o no?

¿Cuál es tu visión?

-No.

La verdad para nosotros allá en Norteamérica no somos reconocidos todavía.

Estamos trabajando duramente

con todas nuestras compañeras organizaciones

para poder lograr que nadie se quede afuera y que seamos reconocidas.

Lamentablemente, es un trabajo bien duro,

muy fuerte que estamos haciendo en todas las organizaciones.

Sabemos y tenemos un objetivo.

Nuestro objetivo es que seamos valoradas, que seamos escuchadas,

que se nos respete como un trabajo digno,

porque es un trabajo digno y que no es bien remunerado todavía.

Esa es nuestra visión, como ahorita que estamos aquí,

que sea global, que no nada más sea unas sí y otras no.

Sabemos que, como les dije, es duro el camino,

pero sabemos también a dónde queremos llegar.

Yo tengo la confianza de que ahí vamos a estar,

donde seamos reconocidos como un trabajo,

seamos valoradas para tener mejores trabajos

y poder trabajar dignamente dentro del sector

no remunerado, dentro y fuera.

-Estoy totalmente de acuerdo.

Es la idea que tiene la OIT.

¿Puede darnos una idea de la gama de tareas

que realizan las trabajadoras domésticas

y por qué debemos de calificarlo como trabajo de cuidados?

-Nosotros somos todos.

Desde que entramos a la casa de nuestro empleador,

nosotros empezamos a hacer trabajo doméstico,

empezamos a hacer preparación de comida, de limpieza,

de poder ayudar también a nuestro empleador a hacer

su vida rutinaria más fácilmente.

Nosotros les podemos ayudar a bañarlos, a cambiarlos,

a levantarlos de la cama, a darle sus medicamentos.

Podemos ser, desde el trabajo doméstico de limpieza hasta

un trabajo en el que es la salud con ellos.

Somos responsables de llevarlos a doctores.

Somos responsables de mantener su salud lo más mejor posible.

Es un trabajo duro, porque no nomás, como empecé diciendo,

somos trabajadoras domésticas o del hogar, sino que somos doctores,

enfermeras, porque así como damos medicamento,

ponemos insulina, podemos inyectar, dar comida por medio de una sonda.

Es algo un poquito bien amplio lo que nosotros hacemos

como trabajadoras domésticas.

Realmente el que no se nos reconozca como un trabajo esencial

o un trabajo digno, eso es algo que sí es un poco fuerte para nosotras,

pero por eso estamos aquí en la lucha.

-Totalmente de acuerdo contigo.

La OIT, de hecho, tiene una definición de trabajo de cuidados

que incluye no solo esos servicios de cuidado directo,

sino también los indirectos, como bien has explicado.

Algo que yo creo que, además,

ha quedado muy claro durante la pandemia.

Incluso, la limpieza de los hogares,

los empleadores estaban muy interesados en garantizar

que sus hogares estuviesen libres del virus.

Así que estamos totalmente de acuerdo.

No tenía esa idea de que realizasen tantas actividades.

Elena, si te parece, ahora voy a ir contigo.

¿Cuál es la situación de las trabajadoras domésticas

en República Dominicana?

¿Es la misma que nos ha explicado, en este caso, María?

¿Ves diferencias?

¿Cómo se considera allí el trabajo de cuidados realizados

por trabajadores domésticos?

-Muchísimas gracias, Sara.

El trabajo de cuidado, si bien es cierto

que el trabajo de cuidado debe estar en el centro de la vida,

pero también el trabajo doméstico debe estar

en el centro de esas políticas públicas, como son el tema de cuidado.

Como explicaba la compañera perfectamente,

todas las labores y todas las tareas que hacemos no hay una diferenciación.

La problemática del sector es igual tanto en República Dominicana

como en Estados Unidos, como quizás en África,

Asia o en cualquiera de los continentes.

Precisamente por esa problemática

que tenemos en común es que hoy estamos unidas todas las trabajadoras del hogar,

precisamente para poder garantizar

que esas políticas públicas no nos excluyan,

sino que también nos pongan igual que como dice el slogan,

que las políticas de cuidado deben estar al centro de la vida,

las trabajadoras del hogar

también deben estar al centro de esas políticas.

No hay realmente una diferenciación.

Para hablar de cuidados debemos decir trabajo doméstico.

Somos las que tradicionalmente hemos realizado estas tareas de cuidado,

desde el tema de la limpieza de la casa, que es cuidado,

la alimentación adecuada de cada uno de los miembros del hogar,

el cuidado de niños, adultos mayores,

discapacitados o personas con condiciones especiales,

como puede ser hipertensión, diabetes, etcétera.

Cualquier otra enfermedad

que también cae como un recargo a nuestro trabajo,

que también debemos hacer parte del cuidado,

que no se limita solamente al simple hecho de una limpieza en un lugar,

sino que va más allá de solamente la limpieza,

sino que debemos encargarnos de todo el tema de la salud

y el cuidado de cada uno de los miembros del hogar.

-Totalmente de acuerdo.

Has hablado, Elena,

un poco de la necesidad de que las trabajadoras

y las personas trabajadoras estén unidas y la importancia que tiene

para vosotras en esta lucha por la mejora de las condiciones laborales

y del reconocimiento de este trabajo como un trabajo esencial y de valor.

¿Qué papel crees que han jugado las organizaciones sindicales

en todos estos avances?

-El papel de las organizaciones sindicales ha sido fundamental

porque hemos demostrado en el transcurso del tiempo

y hemos visibilizado todo el trabajo que realizamos.

Eso es un tema importante.

Ahora, lo que nosotros necesitamos en este momento

y diría que nuestro mayor reto es que desde las autoridades

se tomen en cuenta el tema del sector de trabajo doméstico

para estas políticas de cuidado.

Es lo que realmente no se está realizando,

sino haciendo políticas públicas de cuidado alternas

a lo que es el tema del trabajo doméstico, diferenciando entre trabajos de cuidados,

que tiene que tener quizá una bata blanca

o ser una enfermera entre la trabajadora del hogar

que está adentro de la casa,

que está realizando las mismas funciones de cuidado

que quizás un profesional del área.

-Hay que avanzar para el reconocimiento

y la mejora de estas condiciones de estas personas trabajadoras.

Claire, para abordar una visión un poco más global,

se ha hablado mucho también por parte del resto de las invitadas,

de la necesidad de un reconocimiento global.

En la OIT hemos visto un poco la definición del trabajo de cuidados

que incluyen tanto los directos como los indirectos.

Además, tiene un Convenio 189 que se adoptó en 2011,

precisamente para reconocer este trabajo como lo que es,

trabajo real y esencial.

¿Por qué seguimos aquí 12 años después hablando de este asunto?

-Gracias.

Exactamente es un convenio que para la primera vez reconoció el papel

del trabajo doméstico y de las trabajadoras domésticas.

Creo que era la primera vez que el mundo reconoció el trabajo doméstico

como un trabajo verdadero

y que también las trabajadoras domésticas necesitaban sus derechos

y alcanzar el trabajo decente.

Después de 10 años más o menos de la adopción del convenio hemos visto

que sí hay un cambio, hay más reconocimiento al nivel

de la ley en muchos países.

Hay avances en varios países en términos del salario mínimo de la jornada laboral,

de la seguridad social, pero lo que pasa es que todavía

hay muchos países en donde no es el caso.

También hay un problema fundamental de implementación de la ley.

Lo que quiere decir es que aun en los países donde existe

una ley muy extensa e inclusiva no se aplica, es necesario.

Es ahí donde vemos que hay un cambio social que tenemos

que lograr antes de ver un cambio en la vida de las trabajadoras domésticas.

Este cambio social creo que más o menos refleja la percepción

de la mayoría de los hogares empleadores,

que el trabajo doméstico todavía no es un trabajo valorizado.

No sabemos.

Creo que es una pregunta que cada persona tiene que hacerse,

porque en la realidad es un trabajo que es totalmente necesario

en cada día de nuestras vidas.

Por lo tanto, no hay este mismo reconocimiento del rol fundamental

del trabajo doméstico en esta vida diaria.

Creo que es una pregunta que cada hogar

y cada persona tiene que hacerse, por qué no se lo reconocen.

-¿Consideras que de alguna manera los responsables políticos reevalúen

un poco su enfoque al respecto?

-Yo diría que, sobre todo dado el futuro en donde hay un envejecimiento

de la población y en muchos países

también hay una generación de personas que tienen que cuidar

a la misma vez a sus niños y también a sus padres,

que la vida es cada vez más larga y con más enfermedades que los países,

los Gobiernos de todo el mundo van a enfrentarse a este problema

de la demanda del trabajo de cuidados.

Creo que cada hogar va a necesitar cuidado

en algún momento de la vida en el hogar.

Sí, creo que es fundamental que los políticos en este momento piensen

cómo van a alcanzar un nivel de empleo en el sector doméstico

y también asegurar que este trabajo sea un trabajo decente.

Las condiciones de trabajo decente también son fundamentales

para poder atraer más gente en el sector.

Para mí son dos cosas que van juntas,

un aumento en el número de personas calificadas para hacer el trabajo,

un reconocimiento del trabajo como trabajo calificado

y trabajo decente para esas personas.

-Gracias, Claire.

Por volver un poco y creo que tiene toda la razón,

necesitamos mantener

y atraer cada vez a más personas al sector de los cuidados.

Además, si se cumplen las predicciones,

vamos a necesitar más cuidadores en el futuro por todo tipo de razones.

Para ello habrá que mejorar las condiciones de trabajo

de las personas trabajadoras en el sector.

Para volver un poco con el tema que ha indicado antes María,

vuelvo contigo, María.

Antes has indicado el tipo de tareas

que realizáis como personas trabajadoras domésticas

y cómo ello debe de calificarse como trabajo de cuidados

porque guardaba una conexión totalmente

con el cuidado y la atención directa de las personas.

¿Dirías que el hecho de que los cuidadores que trabajan en instituciones,

se me ocurren residencias de ancianos, de niños,

que a menudo suelen estar cualificados,

a diferencia de lo que ocurre con las personas

que se dedican a ello en el ámbito de una residencia particular

o en instalaciones domésticas privadas como el hogar,

a menudo no tienen cualificaciones o no se han reconocido las mismas?

¿Cuál es tu punto de vista respecto a esto?

¿Es que los cuidadores de instituciones merecen mejores condiciones

que los que trabajan en domicilios particulares?

-No, para nada.

Yo creo que todos merecemos el mismo trato.

Todos merecemos la misma igualdad en el trabajo.

No, para nada, tenemos que estar siempre en el mismo rango.

Yo no sé por qué se tiene que hacer una diferencia.

Un papel no nos denomina en qué lugar tenemos

que estar o cómo vamos a hacer nuestro trabajo.

Las capacidades que tenemos son muchas,

aunque no tengamos un papel.

-Sí.

Para avanzar, no en esta igualdad que reclamáis

y que por parte de OIT también en este caso lo vemos como una necesidad,

¿crees que el hecho de que se reconociese

por vía de certificaciones las cualificaciones de este tipo de personas serviría

para equilibrar o poner en igual rango,

en igualdad a estas personas respecto

de las que trabajan en este tipo de instituciones?

-Yo creo que el que uno se certifique,

el que uno pueda prepararse mejor

sí ayudaría un poco en cuando a que seamos más reconocidas.

El trabajo que nosotros estamos haciendo

es permitirles a nuestros empleadores

que ellos vivan dignamente en su hogar,

que ellos vivan en confort y mejor salud.

Ese es mi punto de vista.

No necesito un título yo.

Lo que yo necesito es un trabajo

que me permitan hacerlo dignamente nada más.

-Totalmente de acuerdo.

Esta es la visión, avanzar también hacia esa equiparación de derechos

de condiciones laborales y cómo podemos avanzar

con el Convenio 189 en la mano

y también a través del trabajo que se realiza.

Elena, ahora la pregunta te la planteo a ti.

Trayendo todas las reflexiones de María,

de Claire también sobre la necesidad

de equiparar a estas personas trabajadoras domésticas,

pero que realizan tareas de atención directa a personas

con el resto de trabajadores de cuidados

porque al final tienen la misma calificación,

son trabajadores que se dedican a los cuidados.

¿Qué restos y desafíos consideras que quedan

para alcanzar esta equiparación o esta inclusión como trabajadores

de cuidados cuando se considera a los trabajadores domésticos?

-Yo creo que el gran reto que tenemos

hoy en día es que desde los hacedores de políticas públicas

se puedan igualar las condiciones de las personas

que se dedican al tema de cuidados y a trabajos domésticos

porque realmente estamos realizando las mismas funciones ambos sectores.

Aquí no hay una diferenciación.

Si la persona que está cuidando en un asilo tiene

que tomar en cuenta el tema de quizá el horario, el medicamento,

todo lo que conlleva que esa persona pueda tener un buen cuidado,

también la que trabaja dentro de un hogar

o dentro de una casa tiene que traer estas condiciones.

Yo digo que agregarle un plus,

porque no es solamente atender el horario del medicamento,

sino también llevar una alimentación adecuada.

Eso lo hace la trabajadora del hogar.

Es también tener el entorno, el área limpia,

tener buena higiene para poder incrementar las condiciones de salud

o poder mejorarlas.

El trabajo doméstico también es un trabajo esencial,

es un trabajo importante y debe ser considerado por los tomadores

y hacedores de políticas públicas en cuenta en igualdad de condiciones,

no separarlos.

No creer que, porque una persona tenga una titulación y otra no,

no tengan las mismas condiciones

y la misma calificación para la realización del trabajo.

Como decía la compañera María, muchas veces en los hechos

y la experiencia en el trabajo es lo que te da realmente la calificación,

no un papel, no un título.

Desde los hacedores de políticas públicas puedan tomar esas cosas en cuenta,

hacer políticas públicas en igualdad de condiciones

y no diferenciar entre un sector y otro,

donde hablamos de cuidado como el centro de las políticas públicas.

Dentro de este centro están las trabajadoras del hogar

porque somos las que hemos realizado

por décadas lo que es el trabajo de cuidados dentro de los hogares,

no solamente para nuestros empleadores,

sino muchas veces hasta para nuestras propias familias.

No debe de crearse ese tipo de diferenciación entre un sector y otro,

sino más bien tratar de tener una igualdad de condiciones

para nuestro sector y así poder revindicar el tema.

-Totalmente de acuerdo.

Esto nos lleva ya la final de este podcast.

Me gustaría dar las gracias a nuestras invitadas de hoy,

a María Serrano, a Elena Pérez, a Claire Hobden por participar.

Muchísimas gracias por acompañarnos.

Espero que vuelvan pronto para otra edición del podcast

de la OIT sobre el Futuro del Trabajo.

Por ahora, adiós.

[música de fondo]