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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: Thon Mabior Jok
Mano de obra digital

De refugiado a trabajador digital

Trabajo como autónomo a través de una plataforma digital. Al igual que millones de jóvenes de todo el mundo, trabajo ocasionalmente a través de Internet. No es nada especial, salvo el hecho de que me conecto a Internet para consultar anuncios profesionales desde Kakuma, uno de los mayores campos de refugiados de Kenia.

Llegué a Kakuma hace veinte años con mi tío, para huir de la situación en Sudán del Sur. Llegamos sin nada.  Pero me gustaba mucho estudiar y las posibilidades educativas que ofrecía el campamento me permitieron terminar la enseñanza secundaria y graduarme en trabajo social, y obtener un diploma de enseñanza primaria. Ahora soy profesor de primaria y trabajador social.

Thon de pie, con un árido paisaje con poca vegetación y edificios del campamento de Kakuma al fondo.

Vivo en el campamento de Kakuma, en Kenia, desde hace 20 años.

© Thon Mabior Jok

A finales de 2020 participé en un curso organizado en el marco de la Iniciativa sobre Empleo y Competencias para Refugiados (RESI) del Centro de Comercio Internacional (ITC), y el Consejo de Noruega para Refugiados (NRC), en colaboración con Upwork, una plataforma internacional de trabajo para autónomos.

El diploma en aplicaciones informáticas que poseía me ayudó, y aprendí lo suficiente para encontrar trabajo en plataformas digitales. Desde hace varios meses realizo trabajos a través de Internet, en particular en calidad de traductor de dinka y árabe juba, idiomas que se hablan principalmente en Sudán del Sur, así como de suajili.

Varios jóvenes miran la pantalla de ordenadores portátiles en el centro de Internet del campo de refugiados de Kakuma, en Kenia.

El único lugar en el que puedo trabajar en línea en el campo de refugiados es en el centro de Internet.

© Thon Mabior Jok

Ese trabajo me proporciona dinero suplementario, muy necesario para mí, aunque no es suficiente para ganarme la vida y no siempre es fácil; la conexión no siempre es de calidad y no se puede trabajar desde casa. Es necesario desplazarse al centro de Internet, que sólo abre a ciertas horas del día.

En realidad, la probabilidad de que los refugiados consigan trabajo en una plataforma digital es baja. No suele haber trabajo suficiente para todos. Y existe gran competencia. No es fácil encontrar un trabajo bien remunerado. La principal dificultad es que para cada anuncio que se publica hay un centenar de solicitudes. Del centenar de estudiantes que asistieron al curso, solo una docena ha encontrado trabajo.

A fin de facilitar el trabajo de los refugiados a través de plataformas digitales, es necesario contar con mucha más ayuda.

Thon Mabior JokTravailleur numérique et réfugié

A fin de facilitar el trabajo de los refugiados a través de plataformas digitales, es necesario contar con mucha más ayuda; más ordenadores, mejor conectividad y nuevas oportunidades. De lo contrario, sólo seguirán teniendo trabajo ocasional.

No sólo se trata problemas técnicos. Como refugiados no poseemos identificación a largo plazo. Disponemos de una tarjeta de extranjería que vence tras cinco años. Eso dificulta en gran medida que nos contraten y nos paguen, pese a no necesitar ningún permiso de trabajo como autónomo.

Varias niñas con uniforme escolar de color púrpura juegan al ajedrez.

Mis antiguos alumnos del club de ajedrez.

© Thon Mabior Jok

Cuando no me conecto a Internet, me gusta volver a ver a mis alumnos del club de ajedrez. Les enseño nuevas técnicas y la manera de facilitar su pensamiento crítico, para que mejoren tanto en el ajedrez como en la vida.

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