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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: Priscilla Konadu Mensah
Economía informal

La formalización está transformando mi negocio de manteca de karité

Cuando empecé, mi negocio de manteca de karité era pequeño. Al ser informal, perdíamos oportunidades, pero con perseverancia y paciencia estoy formalizando mi negocio y planeo vender en el mercado internacional. Lo que me impulsa es mi deseo de apoyar a las mujeres menos privilegiadas de mi comunidad.

Mi motivación para ayudar a los demás viene de la falta de apoyo que pasé durante mi infancia.

Cuando era pequeña, vivía con mi tía. Ella iba constantemente de un sitio a otro. Perdí muchas clases y me retrasé en los estudios. Realizaba el trabajo doméstico en la casa de mi tía y carecía de cosas básicas como una vivienda decente, ropa y, sobre todo, amor paternal. Tuve suerte de salir adelante y llegar a donde estoy hoy.

Las mujeres tienen menos acceso a los recursos y al poder. Al emprender este negocio de procesamiento de manteca de karité, tratamos de minimizar la vulnerabilidad de las mujeres, en particular de las madres solteras.

Zakaria Adama LaceraDirectora General, Yumzaa Enterprises

Finalmente me enviaron a vivir con mi madre y pude terminar mis estudios. Decidí cursar una formación profesional y estudié en el Instituto de Moda de Kumasi (Ghana). Luego monté un pequeño negocio de confección de vestidos para clientas particulares. 

También me formé como profesora en el Tamale Training College y pude obtener una licenciatura en educación por la Universidad de Cape Coast.

Siempre me resultaba difícil pagar las matrículas y otras necesidades básicas. Mi negocio de costura no daba para cubrir mis gastos. Me di cuenta de que era difícil conseguir jabón en Tamale. Esto me inspiró para ampliar mi negocio hacia la fabricación de jabón.

Hoy sigo dando clases. Llevar un negocio siempre ha sido mi principal interés, pero la enseñanza me ha ayudado a cubrir algunas de mis necesidades financieras. No es fácil, pero necesito dedicarme tanto a la enseñanza como al negocio para alcanzar mis objetivos.

Zakaria Adama Lacera sostiene una caja de manteca de karité de color blanco cremoso rodeado de trabajadoras que han ayudado a fabricarla. Todas llevan pañuelos de diferentes colores en la cabeza.

Nuestra empresa de producción de manteca de karité está formada íntegramente por mujeres, con 237 trabajadoras que procesan el karité y 500 mujeres que recogen las nueces de karité. (Octubre 2023)

© Priscilla Konadu Mensah

Al principio, el negocio del jabón era rentable, pero el precio del aceite vegetal importado -principal ingrediente del jabón- se encareció demasiado y tuve que buscar una alternativa. Decidí probar con manteca de karité de producción local y ¡funcionó! 

Así empezó mi transición a la producción de manteca de karité. Tradicionalmente, son las mujeres las que han producido la manteca de karité para el consumo doméstico y las que recogen las nueces de karité en las granjas. Empecé a movilizar a las mujeres y las registré como integrantes de la Cooperativa de Mujeres Yumzaa. Esto también ayudó a mantener la calidad de la manteca de karité.

Yumzaa emplea a muchas mujeres, lo que ha contribuido en gran medida a combatir el desempleo en la comunidad. Las mujeres tienen menos acceso a los recursos y al poder. Al emprender este negocio, tratamos de minimizar la vulnerabilidad de las mujeres, sobre todo de las madres solteras.

Zakaria Adama Lacera y cinco trabajadoras ponen las nueces de karité marrones secar. (Octubre 2023)

Una vez recogidas las nueces de karité, las ponemos a secar. (Octubre 2023)

© Priscilla Konadu Mensah

Cuando empecé a producir manteca de karité, nuestra producción era pequeña. Al aumentar la demanda, empecé a preocuparme por la propiedad de la tierra que utilizábamos, adquirida a través del líder tradicional que había fallecido. También me di cuenta de que los clientes preferían tratar con empresas de producción de manteca de karité registradas antes que con negocios informales como el mío. 

Carecíamos de certificaciónes y, como utilizábamos equipos inadecuados, incluidos utensilios domésticos, no podíamos certificar nuestros procesos de producción. Estos retos me hicieron tomarme más en serio la idea de formalizar mi negocio.

Zakaria Adama Lacera observa a dos trabajadoras mientras examinan una máquina amasadora de karité. Una de ellas sostiene un cuenco lleno de manteca de karité sin refinar. (Octubre 2023)

Una vez secas y molidas las nueces de karité, las ponemos en una amasadora para crear la manteca de karité. (Octubre 2023)

© Priscilla Konadu Mensah

Adquirimos una parcela de terreno mediante un proceso formal de registro de la propiedad. Después registramos la empresa en el Departamento del Registro General de Ghana. Tardamos unos dos meses en obtener el certificado de constitución. También tuvimos que registrarnos en la Junta de Alimentos y Medicamentos. Fue un proceso costoso, ya que hubo que viajar y hacer mucho seguimiento en Accra. 

Ahora también tenemos el certificado del Servicio Nacional de Bomberos de Ghana, que es muy importante. Estamos tramitando el registro y la certificación de la Autoridad de Normas de Ghana y la Agencia de Protección del Medio Ambiente. También estoy trabajando para obtener la certificación orgánica.

Duermo feliz y me siento exitosa cada vez que completo otra etapa hacia la plena formalización, porque creo que esto contribuirá en gran medida a hacer crecer nuestro negocio y a mejorar la vida de las mujeres y sus familias.

Zakaria Adama LaceraDirectora General, Yumzaa Enterprises

Superar los obstáculos burocráticos ha sido la parte más difícil del proceso de formalización. A veces es difícil incluso entender lo que quieren las instituciones. He aprendido muchas técnicas de negociación y persuasión para conseguir que se hagan las cosas.

Necesitamos todas estas certificaciones para poder comerciar directamente en el mercado internacional. Duermo feliz y me siento exitosa cada vez que completo otra etapa hacia la plena formalización, porque creo que esto contribuirá en gran medida a hacer crecer nuestro negocio y a mejorar la vida de las mujeres y sus familias.

Zakaria Adama Lacera está de pie junto a una nueva máquina de acero inoxidable y la señala mientras sonríe. (Octubre 2023)

La utilización de esta nueva máquina trituradora de acero inoxidable proporcionada por la OIT contribuirá a mejorar la calidad de la manteca de karité que producimos. (Octubre 2023)

© Priscilla Konadu Mensah

El año pasado también participé en un programa de formación para mejorar la productividad dirigido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Un consultor de la OIT nos visitó y nos está dando apoyo adicional para el desarrollo empresarial.  

Gracias a la formación de la OIT, nos dimos cuenta de que los problemas de transparencia y confianza afectaban nuestra producción. Ahora, tras abordar estos problemas, mi relación con las personas que trabajan conmigo ha mejorado. Ahora todas están de acuerdo en llevar ropa de protección y aplicar medidas de seguridad. Observamos un mayor compromiso y sentido de la responsabilidad por parte de todas en la planta de producción.

La OIT también ha contribuido en dotarnos de dos trituradoras de karité, dos amasadoras y dos moledoras. Esto ha aumentado nuestra producción de 21 a 63 toneladas de karité al mes. También ha mejorado la calidad de la manteca de karité que producimos.

Sigo trabajando con la OIT para mejorar la gestión financiera y empresarial.

La formación empresarial de la OIT y el moderno equipo de acero inoxidable que nos han donado nos han ayudado a formalizar el negocio y nos ayudarán a obtener más certificaciones internacionales.

Zakaria Adama Lacera está de pie junto a una joven, estudiante, que ajusta un trozo de tela de colores vivos que ha recortado. Una cinta métrica cuelga del cuello de Zakaria. (Octubre 2023)

Además de ampliar mi negocio, quiero ayudar a otras personas a seguir una formación profesional. Hace poco organicé un curso de sastrería para jóvenes. (Octubre 2023)

© Priscilla Konadu Mensah

Formalizar mi negocio me ha enseñado perseverancia, paciencia y a seguir a mi corazón. A los empresarios informales les diría que no podemos seguir repitiendo prácticas empresariales anticuadas.

Mi gran sueño es establecer una tienda en el mercado europeo para vender productos Yumzaa. También tengo otro proyecto: con mis aptitudes pedagógicas estoy trabajando en la creación de centros de formación profesional para estudiantes que no pueden continuar su educación en otros ámbitos. Lo veo como una vía para ayudar a muchas personas desfavorecidas a seguir sus propios sueños.

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