Me llamo Viorica Anghel, y vivo en la aldea de Andrușul de Jos. Utilizo miel para muchos remedios naturales, y antes siempre la compraba, así que pensé en producirla por mí misma.
Con la ayuda de la Organización Internacional del Trabajo participé en un proyecto de apicultura en el que un tutor de más edad y con más experiencia me impartió clases y formación.
La formación fue tan útil e interesante que no dejé de asistir ni a una sola clase durante las semanas que duró. Tenía la impresión de encontrarme ante una biblioteca repleta de libros sobre apicultura.
Sergiu Paslaru, mi instructor, es muy servicial y siempre está dispuesto a atender a mis preguntas.
Decidí participar en el proyecto debido a mi discapacidad, pero también por los problemas de salud de mi hijo.
Al principio las picadas de las abejas resultaban molestas. Pero poco a poco aprendimos más cosas sobre ellas y ahora hemos establecido un vínculo recíproco más estrecho con ellas.
Viorica AnghelApicultora
Utilizo miel y otros productos relacionados con las abejas para elaborar muchos remedios naturales contra los resfriados y el dolor óseo, especialmente.
Administro a mi hijo Gabriel un tratamiento con vinagre de miel si enferma.
Estos proyectos son muy útiles. Facilitan medios de subsistencia, en particular para los jóvenes. A éstos brinda la oportunidad de no tener que marchar al extranjero a trabajar y de poner en marcha un pequeño negocio en su propio país.
Con la subvención que recibí, pude establecer un pequeño negocio familiar.
A mi parecer, lo más útil de mi participación en el proyecto de la Asociación para el Empleo Local, además de adquirir conocimientos y obtener ayuda financiera, fue la confianza que depositaron en mí todos los participantes en el proyecto; ahora deseo trasladar ese sentimiento a otras personas.
¡En este momento me siento como si tuviera alas! He adquirido mucha autoestima y dignidad.
Viorica AnghelApicultora