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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: ILO/OIT Muse Zerihun
Desarrollo económico local

No tendremos que mendigar agua nunca más

Durante una reciente sequía, todo mi ganado murió. Dependo de la agricultura para mantener a mi familia. Algunos miembros de la comunidad no disponían de agua en absoluto.

En mi granja cultivamos diferentes tipos de plantas. Hay árboles de mango y de guayaba y plantamos sorgo. También criamos ovejas y vacas, pero dependemos sobre todo de la agricultura. En nuestra comunidad, mi Kebele, que se llama Caradamadow, todos somos agricultores.

Siempre he trabajado en mi granja y me gustaría seguir trabajando en la agricultura el resto de mi vida y ganarme el sustento para mantener a mis ocho hijos, cinco varones y tres hembras.

No tenemos un centro de salud o un hospital cercanos, y no tenemos carreteras, de modo que si una mujer comienza su trabajo de parto o alguien se enferma, puede ser difícil encontrar una manera de salir, de llegar al hospital, sobre todo si está lloviendo.

Nuestro Kebele tampoco tiene electricidad, si bien hay cables eléctricos cerca. 

Así que, además del acceso al agua, estos son los mayores problemas que enfrenta nuestra comunidad.

Cuando nos plantearon la propuesta de construir un embalse para almacenar agua de lluvia, les ofrecí mi terreno agrícola para hacerlo.

Yasin Muhumad FaarahAgricultor, anciano y líder de la comunidad

El año pasado, un grupo de personas compuesto por representantes de una organización no gubernamental y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) vino a visitarnos. Le dimos la bienvenida y nos reunimos todos para hablar. Nos dijeron que nos proponían construir un embalse para recolectar agua de lluvia y que estaban buscando un lugar para hacerlo. Cuando los escuché les ofrecí mi terreno agrícola.

En un primer momento, las personas se sorprendieron mucho porque yo cedía mi tierra para el proyecto. Pensaban que había dado mi terreno para nada o que la estaba regalando al gobierno. Hoy día, cuando ven el embalse de recolección de agua, todos quisieran que estuviese más cerca de sus granjas.

Miembros de la comunidad de Yasin parados en la orilla del embalse.

El proyecto contrató a muchos miembros de la comunidad, hombres y mujeres, para construir el embalse.

© ILO/OIT Muse Zerihun

Los que dirigían el proyecto también nos ofrecieron buenas oportunidades de trabajo. En total, 41 miembros de la comunidad se beneficiaron del proyecto de construcción del embalse. Nadie fue rechazado. Todos recibieron su salario.

Trabajamos durante cuatro meses. Yo trabajé como vigilante. Pasé todo el verano trabajando con ellos. Gracias a los ingresos que percibí por mi trabajo, sobreviví a la temporada de sequía, a pesar de haber perdido mi ganado.

Admito que antes del proyecto yo pensaba que las mujeres no podían trabajar, pero descubrimos que las mujeres pueden trabajar tan bien como los hombres, o mejor.

Yasin Muhumad FaarahAgricultor, anciano y líder de la comunidad

Antes de comenzar a trabajar en el embalse, la OIT me dijo que los hombres y las mujeres trabajarían juntos, 25 hombres y 15 mujeres. Estaba sorprendido. Era algo nuevo para nosotros. 

Admito que antes del proyecto yo pensaba que las mujeres no podían trabajar. Cuando vives en una zona rural, nadie cree que las mujeres sean capaces de hacer cualquier cosa.

Pero una vez que comenzamos y vimos a las mujeres trabajar como los hombres, trabajar realmente duro, descubrimos que las mujeres pueden trabajar tan bien como los hombres, o mejor. Las mujeres ayudaron mucho y completamos nuestro trabajo correctamente.

Yasin come con sus hijos, sentado fuera de su vivienda, hecha con láminas de metal ondulado y lonas.

Gracias al dinero que gané con este proyecto, pude comprar lo que mis hijos necesitan para la escuela.

© ILO/OIT Muse Zerihun

Con el dinero que ganamos en la construcción del embalse compramos los uniformes escolares de nuestros hijos, así como plumas, lápices y libros. Todos los jueves, pagamos a un maestro de religión para que les enseñe el Corán.

La educación aporta numerosos beneficios, puedes entender mejor las cosas, leer y escribir. Entonces, puedes trabajar en una oficina y también operar diferentes máquinas.

Además, la educación es esencial en este mundo y en el más allá. Puedes relacionarte con Alá a través de la lectura de los textos religiosos. Leer y aprender el Corán te ayuda a hacer buenas acciones.

Yasin riega las plantas de sorgo.  El agua sale de la manguera que él sujeta.

Ahora con un acceso regular al agua, quiero cultivar más productos como el sorgo.

© ILO/OIT Muse Zerihun

En nuestra región, otras comunidades quieren tener un embalse cerca. Ahora, que hemos sido formados, podemos colaborar con la OIT cuando planifique construir un embalse en otro lugar. Estamos listos para convencer a otras personas, ya que nosotros nos beneficiamos del proyecto. Entonces, nosotros podemos enseñar a otras comunidades cómo construir un embalse y cuáles son sus ventajas.

Solíamos implorar agua a la ciudad, pero ahora que tenemos el embalse, no tendremos que mendigar agua nunca más.

Yasin Muhumad FaarahAgricultor, anciano y líder de la comunidad

Si Alá llena el embalse con agua de lluvia podemos utilizarla durante toda la estación seca, y todo nuestro Kebele podrá abastecerse de agua.

Ahora, que tengo un acceso fácil al agua para la granja, quiero expandirme y sembrar otros cultivos. Esto me permitirá enviar a mis hijos a estudiar a la ciudad para que reciban una mejor educación. 

Si finalmente dispondremos de una buena carretera, así como agua suficiente, todo irá bien. Podremos vender nuestros productos agrícolas a las personas que viven en la ciudad.

No tenemos nada que temer, ahora nos sentimos seguros. Solíamos implorar agua a la ciudad, pero ahora que tenemos el embalse, no tendremos que mendigar agua nunca más.

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