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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: Ion Buga
Inclusión de personas con discapacidad

Dar a las personas con discapacidad la oportunidad de trabajar

Me llamo Elena Epuri, soy de Chisinau, la capital de la República de Moldavia. Cuando era niña, me encantaba la danza oriental y soñaba con ser una bailarina, pero me fue diagnosticada una parálisis cerebral infantil y, a causa de mi enfermedad, no podía bailar.

Cuando terminé la escuela secundaria, seguí cursos de informática y después estudié tres años en un instituto superior para trabajar en el servicio postal.

Tuve muchas dificultades cuando empecé a buscar trabajo porque el empleo que solicité en el servicio postal incluía la entrega de paquetes grandes, voluminosos y pesados. Los paquetes estaban en estantes muy altos, ese era un impedimento porque para mí es difícil subir escaleras. La persona encargada en esa oficina me dijo: “Escucha, no te podemos contratar porque así trabajamos aquí. Tienes que buscar una oficina postal más grande, donde cada empleado se ocupa de un solo proceso”. Pero cuando lo intenté, me di cuenta de que el transporte era un problema, sobre todo en invierno con la nieve y el hielo, para mí era muy difícil llegar allí.

Durante un tiempo no pensé en buscar trabajo. Me quedé en casa y mi única fuente de ingreso era mi pensión por discapacidad. Mi padre también me ayudaba cuando tenía trabajo, pero cuando no tenía era difícil, por decir poco.

Mi vida cambió cuando llegó Maxim, mi maravilloso hijo, comprendí que si yo no cubría sus necesidades, nadie lo iba a hacer. Entonces, comencé a buscar algo diferente.

Elena y su hijo Maxim caminan por una calle en un día frío y gris. Se miran con ternura. Elena utiliza un andador. Maxim lleva una mochila.

Maxim y yo camino al jardín de infancia. Él ahora tiene 5 años.

© ILO/OIT

Deseaba mucho encontrar un trabajo, mis amigos me sugirieron que fuese a la Agencia Nacional de Empleo.

Cuando fui, me preguntaron qué quería hacer realmente y qué podía hacer. Ellos me escucharon con atención y comprendieron que necesitaba un trabajo que no implicase mucho movimiento.

Cuando me llamaron para decirme que una empresa estaba dispuesta a contratarme, yo dije ¿qué? ¿de veras? Estaba muy feliz y también muy nerviosa. Me estaban ofreciendo una oportunidad y no quería defraudarlos.

Fui a la entrevista en Steinel Electronics y me contrataron esa misma semana. Estaba en el séptimo cielo cuando regresé a casa con mi primer contrato de trabajo en mis manos. Experimenté sentimientos de emoción y esperanza que eran nuevos para mí.

Nunca falto al trabajo. Cada vez que voy a buscar a Maxim al jardín de infancia, le digo que su mamá está regresando del trabajo para llevarlo a casa.

Elena está sentada frente a una mesa grande ensamblando partes. Se encuentra en un taller que tiene techos altos. En el fondo, otros trabajadores en otro puesto de trabajo.

En el trabajo, ensamblo partes y las paso a mis colegas que realizan la siguiente etapa del proceso.

© Ion Buga

Hace unos años, cuando estaba buscando trabajo, los empleadores se mostraban escépticos acerca de mis capacidades físicas y cuestionaban mi falta de experiencia laboral. Además, la falta de adaptaciones del lugar de trabajo y las largas distancias entre mi casa y el trabajo me impedían encontrar empleo.

Una gran ventaja de este trabajo es que ellos proporcionan el transporte. Si no fuese así tendría que tomar dos, o hasta tres, medios de transporte público y recorrer un tramo a pie, lo cual sería extenuante para mí. Mi andador no es fácil de usar. Lo tengo que levantar, apretar y empujar. Es pesado. Y cuando llego al trabajo necesito fuerzas para realizar mis tareas. De manera que, el transporte que me ofrecen es una gran ayuda.

Elena se sienta en la parte trasera de la furgoneta propiedad de su empleador, mientras que el chófer prepara el andador para ponerlo en el maletero.

Después de dejar a mi hijo en la guardería, un chófer de la empresa me pasa a buscar y me lleva al trabajo.

© ILO/OIT

Mi lugar de trabajo está adaptado a mis problemas de movilidad y estoy muy feliz por ello. Si tengo alguna necesidad y presento una propuesta, ellos buscan una solución. Modificaron los cuartos de aseo para hacerlos más accesibles e instalaron puertas que se abren automáticamente con un sensor de movimiento. Las otras puertas las dejan abiertas, de otra manera sería difícil para mí.

Lo que me gusta es que este trabajo me da la oportunidad de conocer personas, de comunicar todos los días y hacer nuevos amigos. Tengo una discapacidad, pero no me siento incómoda por no ser como todos los demás. Porque todos podemos trabajar, somos iguales. Aunque vengamos de contextos diferentes, somos iguales.

Tengo una discapacidad, pero no me siento incómoda por no ser como todos los demás. Porque todos podemos trabajar, somos iguales.

Elena EpuriTrabajadora de una empresa de sistemas de sensores electrónicos

Quisiera que los empleadores no tuvieran miedo a contratar a personas con discapacidad. ¿De qué otra manera un empleador puede saber lo que una persona con discapacidad puede hacer? Pongan a prueba a las personas con discapacidad, ofrézcanles una oportunidad. He visto a otras personas con discapacidad en nuestro lugar de trabajo. Son personas de gran corazón. Son buenas, ofrecen su ayuda. Tengo un colega con problemas de audición, pero nos comprende a través de la mímica. Las personas con discapacidad son buenos trabajadores. Estoy convencida.

Elena de pie con su andador junto a sus colegas. Todos llevan puesta la misma camiseta azul del personal y sonríen a la cámara.

Con mis colegas, estamos muy unidos. Hablamos, comunicamos, nos llevamos bien. Si necesito ayuda, puedo pedírsela a cualquiera de ellos.

© Ion Buga

Para mí, este lugar de trabajo es como mi segunda casa. A pesar de los problemas que tengo, soy fuerte y puedo cuidar de mi hijo y de mí misma.

El empleo es mucho más que un sueldo. Se trata de lograr y mantener la independencia, la confianza en sí mismo y de proveer al sustento de la familia. Las cosas han cambiado en los dos últimos años. Tengo un trabajo, y Maxim tiene una madre llena de sueños hermosos. Uno de mis sueños ya se hizo realidad, tengo un empleo, y ahora otro muy diferente se está cristalizando: Maxim es bueno en break dance. Hay muchas maneras, diferentes, en que puedes ver tus sueños convertirse en realidad.

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