Estuve en prisión por robar vainilla. Ahora trabajo fabricando bloques de hormigón y no hay motivos para que regrese a prisión.
Deseo trabajar porque en la prisión no tenía ningún futuro. No quiero volver a robar cosas que pertenecen a los demás.
Estoy dispuesto a aconsejar a mis amigos que no hagan lo mismo que yo, y considero que es mi deber dar ese consejo.
Estuve en el centro penitenciario de Antalaha, en el que recibí formación. Fue una experiencia satisfactoria que me permitió adquirir conocimientos de albañilería y obtener un diploma.
En prisión aprendimos a fabricar bloques de hormigón, a construir un muro con ellos, a sentar cimientos, y a hacer encofrados y pilares. Construimos varias casas pequeñas y una pequeña cocina... Aprendimos muchas cosas.
Al terminar la formación regresé a mi aldea. Intenté aplicar mis conocimientos para fabricar bloques de hormigón.
Mi tío es albañil, posee experiencia en el oficio y hace todo lo posible para ayudarme a adquirir materiales.
Cuando termine la pandemia de coronavirus volveré a fabricar bloques de hormigón.