[música de fondo]
Bienvenidas y bienvenidos
a un episodio más de El Futuro del Trabajo,
el podcast de la Organización Internacional de Trabajo, OIT.
Yo soy Enrique León.
Gracias por acompañarnos.
En su nuevo informe,
la OIT explora cómo la inteligencia artificial,
o IA, la digitalización, la robótica
y la automatización están redefiniendo la seguridad
y la salud en los lugares de trabajo en todo el mundo.
Con nosotros se encuentran Manal Azzi,
la líder del equipo de política sobre la seguridad y la salud
en el trabajo de la OIT y la coordinadora
principal de este reporte.
También aquí con nosotros está Lucía Risueño Navarro,
quien también ha colaborado en el reporte.
Bienvenidas.
Gracias.
Muchas gracias.
El nombre del reporte es "Revolución
en el sector de la seguridad y la salud.
El rol de la inteligencia artificial y la digitalización en el trabajo".
Algo interesante que dice
es que la tecnología está aquí para protegernos y no reemplazarnos.
Esto va un poco diferente a la percepción
de la gente generalmente que cree que la IA
está aquí para quitarnos el trabajo.
Manal, ¿puedes aclararnos un poco estas preocupaciones?
Sí, claro.
No existe duda que los avances tecnológicos y la introducción
de la IA están transformando el mundo laboral.
Esto naturalmente puede generar inquietud sobre su impacto,
especialmente para los que tienen menos acceso a la formación.
Sin embargo, considerando los últimos datos de la OIT,
lo que vemos es que estas tecnologías
afectarán un número limitado de empleos.
Mientras que un gran número de puestos
de trabajo serán apoyados.
Además, estas tecnologías han creado nuevas formas de trabajo,
como el teletrabajo que hacemos todos, que están incrementando
la flexibilidad y las oportunidades para mucha gente.
Lo que nuestro informe muestra
es que si se aplican de forma responsable,
estas tecnologías pueden impulsar un trabajo seguro,
saludable y decente.
Hablemos un poco más de esto.
¿Cómo está ocurriendo?
El informe menciona robots que operan en entornos peligrosos,
incluso que pueden realizar cirugías.
Lucía, ¿nos puedes contar
un poco más sobre el mundo de los robots?
Claro.
Estamos viendo muchos ejemplos
en que los robots avanzados están operando en entornos peligrosos.
Por ejemplo, manejan cargas pesadas,
también en metal tóxico y también operan
bajo temperaturas extremas.
Te puedo dar un ejemplo.
En la fabricación de metal se están usando robots
y los brazos metálicos para remover el metal fundido.
Esto de otro modo podría exponer a los trabajadores a quemaduras.
De esta manera se están protegiendo a estos trabajadores.
También, por otro lado vemos el caso de los drones,
los cuales en la agricultura
se están usando para aplicar los pesticidas.
Esto permite que los agricultores no estén expuestos
a sustancias químicas nocivas.
Luego también vemos la cirugía robótica,
la cual permite mejorar la ergonomía
y también reducir la carga de trabajo.
Los robots interactivos también están ayudando
a aliviar la carga del personal de la sanidad,
a recoger constantes vitales y los datos de los pacientes.
Así, estos se pueden permitir centrarse en tareas más complejas.
Qué interesante.
De hecho, me parece que durante
el COVID había algunos lugares donde
los robots eran los que tomaban las muestras
para que no estuviera en riesgo el personal de la salud.
Además de los robots, que son físicos y mueven cosas,
¿qué hay de lo que se le llama la vigilancia
inteligente y la gestión de los algoritmos
del trabajo, o gestión algorítmica del trabajo?
¿Qué nos puedes contar sobre eso, Lucía?
Estas tecnologías la estamos viendo, por ejemplo,
en los equipos de protección personal,
los cuales son utilizados en muchos sectores.
Por ejemplo, en la construcción existen
estas pulseras que tienen sensores,
los cuales pueden detectar el movimiento
y, por ejemplo, las malas posturas.
También pueden detectar caídas, lo que permite que al notificar
a los servicios de emergencia inmediatamente,
ellos pueden responder más rápido.
Al mismo tiempo podemos ver protectores auditivos inteligentes,
los cuales miden el ruido y las vibraciones.
También en las minas existen los cascos inteligentes,
los cuales pueden controlar la exposición a gases tóxicos
y también envían alertas para así proteger a los trabajadores.
Luego también en la logística podemos
ver como las cámaras con inteligencia artificial
están detectando, por ejemplo, construcción distraída.
Lo que permite permitir que se reduzcan los riesgos viales.
Luego también vemos, por ejemplo, la realidad virtual,
la cual se está usando para mejorar la formación en salud
y seguridad en el trabajo al ofrecer simulaciones inmersivas,
los cuales pueden permitir a los trabajadores practicar
los procedimientos de seguridad y emergencia.
Así pueden mejorar sus habilidades
y responderle de una manera más efectiva.
Qué interesante.
De hecho, ahora que decías de lo de la realidad virtual,
he visto que en algunos casos, por ejemplo,
se entrena a personal de bomberos para que realmente
no se pongan en riesgo en situaciones con fuego.
Mediante la realidad virtual,
en una situación inmersiva se entrenen sin ponerse en riesgo.
Muy interesante.
Bueno, esto no es todo.
Debe de haber preocupaciones relacionadas
con el uso de estas tecnologías;
en especial, por tanto, monitoreo.
¿Cuáles son algunos de estos riesgos o peligros, Lucía?
Te comento.
A la hora en la que interactuamos con los robots pueden
surgir movimientos inesperados o fallos técnicos.
Esto entonces puede suponer accidentes y lesiones.
Aparte de estos fallos técnicos,
si dependemos mucho en las alertas,
cuando ocurren retrasos en estas se pueden provocar accidentes.
De esta manera, hay que asegurar
que los trabajadores no se conviertan muy dependientes en estas.
Luego también existen muchos problemas ergonómicos
por la falta de la comodidad de estos dispositivos
y también si están mal adaptados o diseñados.
También una preocupación reciente es el aislamiento
social debido a que los trabajos
a distancia y cada vez más automatizados están
generando una menor interacción social.
Esto puede debilitar las relaciones entre los compañeros.
Luego, también los sesgos de la inteligencia artificial
pueden ser un problema,
ya que un sistema mal diseñado puede que no funcione
bien y no funcione para todos los trabajadores.
Por último, te comento lo que es el tecnoestrés,
que es ese estrés que sufren
los trabajadores al tener que adaptarse
constantemente a los cambios tecnológicos.
De esta manera hay que asegurarnos de que haya
una muy buena formación para aportar
a estos trabajadores las habilidades para asumir estos cambios.
Qué interesante.
Tecnoestrés, nunca había escuchado ese término.
Muy común ahora,
en especial con personas mayores que no habían tenido
que ser entrenadas en esas tecnologías anteriormente.
Manal, ¿tú nos puedes decir qué podemos hacer para garantizar
que la tecnología y la inteligencia artificial se utilicen
para el bien, para la protección y la seguridad de los trabajadores?
Sí.
Tenemos que hacer muchas cosas.
Primero, los gobiernos pienso que deben actualizar
los protocolos de interacción humano-robot,
así como implementar el derecho a desconectar.
Tenemos que tener el derecho de desconectar
para evitar el agotamiento digital.
Además, en muchos países se están ampliando
las protecciones para cubrir específicamente
el trabajo a distancia y el trabajo en plataformas.
Tenemos que actualizar los protocolos sobre eso también.
Los lugares de trabajo deben implantar
sistemas de gestión de la seguridad
de la salud del trabajo para hacer frente
de forma proactiva a los nuevos riesgos digitales.
Hay nuevos riesgos, como escuchamos.
Entonces tenemos que hacer frente a estos riesgos.
Para eso, pienso que es fundamental
que los trabajadores estén informados y puedan acceder
a programas de formación para afrontar
estas transformaciones en el trabajo.
Ahora que dices que para afrontar estas transformaciones,
que estamos hablando a futuro,
de cara a futuro, ¿cómo ves la evolución
de la tecnología y la inteligencia artificial en el mundo laboral?
Especialmente en lo que respecta
a la seguridad y protección de los trabajadores.
Puedo hablar de lo que esperamos.
Esperamos que la IA se vuelva más adaptable, más personalizada.
Hay que recordar que la tecnología
no reemplaza el juicio humano.
También necesitamos más datos.
No hay muchos datos sobre las lesiones,
enfermedades en el trabajo que están asociadas a las nuevas tecnologías.
Por último, pienso que debemos reforzar
la colaboración entre gobiernos,
el mundo académico y los trabajadores
y empleadores para garantizar unos lugares
de trabajo digitales seguros y saludables.
Sí, esperemos que de verdad se garantice
que los lugares de trabajo digitales sean seguros.
Con esto se nos acaba el tiempo de nuestro podcast.
Quiero agradecerles mucho por haber estado aquí con nosotros,
Manal y Lucía.
Gracias a ustedes, nuestra audiencia, por escucharnos.
Pueden leer el informe completo,
Revolución en el sector de la seguridad y la salud,
en nuestra página web de ILO en ilo.org.
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Una vez más, gracias por escucharnos y hasta la próxima.
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