Podcast el futuro del trabajo

[música de fondo]

Hola y bienvenidos a este nuevo episodio de Las Voces de la OIT,

un podcast en el que hablamos del mundo del trabajo

y de las profundas transformaciones que está viviendo.

Hoy vamos a hablar del calor,

más concretamente del estrés térmico y de cómo afecta el mundo laboral.

Trabajar en un planeta que se calienta cada vez más está afectando

a los trabajadores de un número creciente de países de todo el mundo,

aumentando el riesgo de enfermedades profesionales relacionadas con el calor.

El cambio climático no solo causa trastornos

y daños significativos al medio ambiente,

sino que su impacto en la salud humana está alcanzando proporciones alarmantes.

La OIT calcula que en 2030 se perderá el 2%

del total de horas de trabajo en todo el mundo.

Es un tema muy grave con el que vamos a hablar hoy con Nicolas Maître,

que es economista del Departamento de Investigación

de la OIT y que fue el autor

principal del informe de la OIT sobre el impacto del estrés

térmico en la productividad y el trabajo.

Hola, Nicolas. Muchas gracias por estar con nosotros hoy.

Muchas gracias por invitarme.

Vamos a empezar por lo básico.

¿Qué es el estrés térmico?

Cuando hablamos de estrés térmico,

hablamos de una situación en la que hay demasiado calor para trabajar,

o por lo menos demasiado calor para trabajar a un ritmo normal.

No solo depende de la temperatura, sino también de la humedad,

la radiación solar y el viento.

El estrés térmico representa un riesgo

para la salud y la seguridad de los trabajadores.

Una defensa natural del trabajador para hacer frente

a este problema es ralentizar su trabajo,

hacer más pausas o limitar el número de horas de trabajo.

Todas estas medidas tienen por efecto de reducir la productividad laboral.

¿Tenemos unas medidas de a qué temperatura

se convierte en un problema el estrés térmico?

Porque es que cada verano hablamos de lo mismo.

Cada vez hablamos de lo mismo porque cada vez

se está calentando más el planeta.

Claro, sí.

Según las estimaciones, el trabajo empiece a ralentizar,

se empieza a perder productividad

a temperaturas superiores a 24 o 26 grados.

-¿Así tan bajo? -Sí, tan bajo.

-Bien. -A 33, 34 grados--

-Ya nos asamos. -Sí.

El rendimiento del trabajo puede bajar hasta un 50% según el tipo de trabajo.

Por ejemplo, en tipos de trabajos físicamente intensos.

Sí, claro. Estamos hablando de la gente

que está directamente no tanto en las oficinas,

sino la que está haciendo trabajos más físicos.

¿Cómo el estrés térmico afecta a la salud de los trabajadores?

Hay el impacto directo sobre la salud y la seguridad del trabajador.

Los niveles excesivos de calor pueden provocar

mayor riesgo de lesiones y enfermedades.

Estas enfermedades varían desde forma leve, como salpullido por calor,

calambres y agotamiento hasta formas mucho más graves,

como golpes de calor que pueden ser mortales.

Pueden ser mortales, ha pasado en algunas veces y cada año

tenemos ejemplos cada vez más acuciantes sobre este tema.

Exacto. Después tenemos también el efecto más indirecto del calor

que es aumentar el riesgo de accidente para el trabajador.

Claro, porque uno está menos alerta, está trabajando más lentamente.

Exacto. Por ejemplo, con el mareo, la deterioración

de la atención o el cansancio,

la probabilidad de tener un accidente es más alta.

¿Están los lugares de trabajo preparados para este tipo de cosas?

Parece que el cambio climático está yendo más deprisa

que la adaptación de los lugares de trabajo.

Claro, sí hay muchos ejemplos

de países que han adoptado nuevas medidas

y nuevas normativas para proteger a los trabajadores.

Digamos que en países donde el calor

es más normal desde hace más tiempo están más preparados,

como aire acondicionado o algo por el estilo.

Mientras que en países del norte, y aquí estamos retransmitiendo desde Ginebra,

con lo cual aquí la gente no está nada acostumbrada.

Muchas oficinas y muchas casas no están preparadas para el calor y el trabajo.

No, no están.

También estamos con reticencia al optar aire

acondicionado en todas partes por también el--

El efecto sobre el cambio climático.

Es la pescadilla que se muerde la cola, como decimos en España.

Exacto, que contribuye también al problema.

Es algo también que tenemos que tener en cuenta,

pero hay nuevas tecnologías con las energías

renovables que pueden también ayudar con este problema.

Hay grupos de trabajadores que por razones obvias

están más afectados y son más vulnerables al estrés térmico,

estamos hablando de trabajadores agrícolas,

trabajadores de la construcción o de las infraestructuras en la ciudad,

algunos también en el sector turístico,

cuando tienen que estar trabajando en verano.

Cuéntanos, ¿cuáles son estos grupos de trabajadores?

De manera general, la agricultura y la construcción son considerados

como los sectores más vulnerables porque son trabajos físicos, primero,

y también son trabajos que son al aire libre

directamente expuestos a la radiación del sol.

Esto también se ve en las estimaciones de la OIT.

A nivel global, estimamos que el 60% de las horas perdidas,

la productividad perdida, se pierde

en la agricultura y el 19% en la construcción.

Esto muestra que estos dos sectores son realmente expuestos al problema,

pero es importante notar que no se limita a estos dos sectores.

En realidad, hay muchos

trabajadores en la industria y en los servicios

que también pueden estar a riesgo.

Por ejemplo, en el sector de la manufactura,

los trabajadores en fábricas con poca ventilación

y no hay aire acondicionado, son vulnerables,

pero también lugares de trabajo donde hay máquinas que generan calor.

Podemos pensar en los cocineros que trabajan con hornos,

pero también los trabajadores en el tratamiento

de residuos están vulnerables.

Después tenemos a los deportistas, los militares, la policía también,

que son trabajadores.

También se puede ampliar a otra categoría

de trabajadores si las instalaciones no están acondicionadas.

Es decir, si uno trabaja en un hospital o en un sitio

de cuidados que no están adaptados, también sufren el calor.

Es decir, si las instalaciones no se adaptan,

al final todos los trabajadores sufren, no solamente estos en particular.

Exacto. Hay algo que es importante notar,

es que depende mucho del tipo de trabajo y de las máquinas, pero también la ropa.

Claro, que es otro aspecto del que no se habla.

Exacto, el equipo de protección que se puede llevar.

Si tenemos que llevar equipo de protección grueso,

el trabajador está mucho más a riesgo de sufrir.

¿Qué consecuencias económicas tiene el estrés térmico?

Porque antes te habíamos dicho, nos has dado algunas cifras y,

como habíamos dicho al principio, la OIT calcula que se va a perder el 2%

total de horas de trabajo en todo el mundo en 2030.

Ya se puede medir las consecuencias económicas del estrés térmico.

Sí, se puede medir.

No es fácil, pero se pueden hacer estimaciones, aproximaciones.

En el informe que hemos publicado se estima

la pérdida de productividad en dos años, 1995 y 2030.

Como lo has dicho, los resultados muestran que, a nivel global en 2030,

2.2% de todas las horas de trabajo se perderán debido al estrés térmico.

Esto es equivalente a una pérdida de 80 millones

de puestos de trabajo a tiempo completo.

¿Tenemos una diferencia entre países desarrollados

y países en vías de desarrollo en este cálculo o no?

Exacto, se calculó a nivel mundial, a nivel regional y por todos los países.

Lo que se ve también es que los países más afectados tienden

a ser los países con mayor déficit de trabajo decente.

Son países donde los índices de pobreza laboral,

empleo informal y agricultura de subsistencia son más elevados.

Por ejemplo, entre los 10 países más afectados,

donde se ven pérdidas de productividad muy grandes, más de 8%

8 de estos 10 países son en grupos de países menos desarrollados.

Claro, porque no tienen la infraestructura,

no tienen la protección, no tienen.

Esto muestra también que es un problema de justicia

social porque va a aumentar la desigualdad entre países,

y al final también dentro de los países porque muchos

de estos trabajadores vulnerables son en el sector

informal y no tienen acceso

a protección social o a seguros

por la salud o por accidente del trabajo.

Ahora que hemos visto realmente el impacto increíble

y que va a ser cada vez más grande del estrés térmico, cuéntanos,

¿existen normativas y directrices específicas

para proteger a los trabajadores del estrés térmico?

Sí. Como lo mencioné un poco antes, en los últimos 10 años,

varios países como, por ejemplo, Costa Rica, Grecia, Italia o Japón,

han adoptado nuevas legislaciones,

nuevas normativas para proteger a los trabajadores.

Estas normativas cubren varios temas como, por ejemplo, la organización del trabajo,

que incluye los descansos, pero también cómo

se organiza las horas de trabajo,

pero también el acceso al agua,

a la climatización y la infraestructura.

En Italia, por ejemplo, varias regiones adoptaron medidas que prohíben

el trabajo agrícola al aire libre durante las horas más calurosas del día

y sobre todo en los días que son considerados

como de alto riesgo.

También es una clasificación de riesgo con los niveles de temperatura.

¿Qué pueden hacer los gobiernos y los empresarios

para garantizar el cumplimiento de estas normativas?

¿Cuál es el papel que deben jugar?

Los gobiernos, empleadores y trabajadores deberían colaborar

a través del diálogo social para aplicar estas medidas.

En primer lugar, los gobiernos desempeñan un papel muy importante en la hora

de proporcionar información a los trabajadores y empleadores,

pero también de crear un marco normativo adecuado para proteger al trabajador.

Por ejemplo, pueden proporcionar información

sobre futuros niveles del calor, pero también sobre los riesgos

y los síntomas asociados al estrés térmico,

y sobre las medidas que los trabajadores o los empleadores

pueden adoptar cuando ven los síntomas,

por ejemplo, para evitar estos problemas.

Ahora, en cuanto a los trabajadores y empleadores,

son los más indicados para aplicar las medidas.

Claro. Para las empresas también,

no solamente es el bienestar de sus trabajadores,

sino son pérdidas económicas que tienes que enfrentar.

Exacto. Son pérdidas de productividad, pérdidas económicas.

Por ejemplo, pueden adaptar el número de pausas.

Pueden hacer que sus trabajadores estén trabajando en mejores condiciones.

Exacto. Pueden adaptar el número de pausas,

asegurar que el trabajador tiene acceso adecuado al agua,

también un acceso a zona de sombra, adaptar

los horarios, como lo mencioné antes,

también trabajar en las horas del día más frescas

y también adaptar la ropa y el equipo de protección.

Ahora, los trabajadores también tienen un papel,

mismo es si tienen menos margen de actividad.

¿Cuál es su papel?

Pueden vigilar su salud y la salud de los colegas,

y también informar al empleador de cuáles son los riesgos y cómo,

en su punto de vista, deberían ajustar.

¿Cómo va a evolucionar la legislación laboral en este tema?

¿Se necesita un marco internacional?

La OIT está jugando un papel para determinar,

justamente, que se conciencie más,

que este tema sea más un tema porque está afectando,

como hemos dicho antes, a todos los países.

Al margen de lo que pueden hacer los gobiernos o los empresarios,

¿se necesita tener una conversación más a nivel internacional sobre este tema?

Claro, hay un papel que la OIT puede jugar

y se hace también en el cuadro

de salud y seguridad en el trabajo.

Sí, que es un tema que ya aborda la OIT.

Que ya aborda la OIT, tenemos convenio en este tema

y se inserta en este más gran tema.

Sí, en el tema de la seguridad y la salud.

Es muy importante porque salud y seguridad

del trabajo es ahora un problema,

un tema clave de la OIT.

En el futuro creo que el estrés térmico va a tener entonces--

Va a ser todavía más un tema.

Se espera que evolucione el estrés térmico en los próximos años

y que se convierta realmente en un tema

mucho más generalizado del que todavía es ahora, ¿no?

Exacto.

Ahora, también en el cuadro

de la OIT se puede intercambiar las experiencias de un país al otro.

También es importante notar que el problema

no es lo mismo en países, por ejemplo,

que están enfrente de este problema todo el año.

Todo el año o si no solamente en verano.

-Exacto. -Entiendo.

Por ejemplo, en otros países es muy puntual, entonces las adaptaciones,

las medidas son puntuales también.

Son puntuales también, no son tan generales.

Exacto, sí.

Es que estaba pensando al hablarte de la cooperación

internacional que pronto se va a celebrar la COP 28, precisamente en un país,

los Emiratos Árabes Unidos, que saben mucho de calor,

con lo cual yo entiendo que también es un tema

y espero que se abordará, ¿no? En esta COP.

Espero que se abordará.

También en el sentido

que el estrés térmico se acumula

a otros problemas del cambio climático para los trabajadores.

Si pensamos a los trabajadores de agricultura,

por ejemplo, se acumula con las sequías o inundaciones.

Se retroalimenta de alguna forma. Es decir, una cosa lleva a la otra.

Exacto. Los incendios que vimos este verano,

que se acumula a todos estos fenómenos que están ligados al cambio climático.

En el futuro, ¿cuáles son las áreas clave de investigación

que necesitan una mayor exploración

en el campo del estrés térmico y de su impacto en el mercado laboral?

¿Cómo lo ves?

Yo pienso que mismo sí hay mucho en términos del impacto,

siempre se puede hacer más.

Podemos investigar más sobre el impacto,

sobre la salud del trabajador, sobre la productividad.

¿Esto lo deben hacer los gobiernos?

Los gobiernos y las instituciones internacionales

como nosotros, por ejemplo.

Estamos aún trabajando en el tema

y va a salir un informe en los próximos--

A sacar un informe en los próximos, porque el último fue en 2018.

Exacto. 19, sí.

Ahora estáis trabajando en un nuevo informe

sobre el impacto del estrés térmico.

Exacto. Se puede también investigar

más cuáles son los trabajadores más afectados,

pero un poco en más detalle.

También yo creo que el más importante son las soluciones.

Trabajar mucho más sobre qué podemos hacer de forma

concreta para no solamente proteger al empleado,

pero de forma adecuada y adaptada para cada uno

de los sectores y cada uno de los países que están dentro.

Lo que pasa, hay que darse prisa porque con el cambio

climático pasa como con los avances tecnológicos,

que es que van más deprisa que las legislaciones.

Claro. Sí, creo que es un problema

que tenemos que aprender a vivir con él.

Sí, y aprender a encontrar soluciones.

Exacto. Es una nueva realidad, pero las nuevas tecnologías pueden ayudar.

Creo que de todas formas

vamos a tener que ajustar la organización también del trabajo

y creo que más importante es hacerlo

de forma con el diálogo social, con la consultación.

Sí, y que todos los actores estén implicados en las soluciones,

que no sean unas soluciones dictadas,

sino que empresarios hablen con trabajadores, hablen con gobiernos.

Como siempre, diálogo social, que es lo que siempre dice

la OIT para encontrar soluciones que vayan bien a todos.

Son adaptadas a todos.

Es un tema del que seguiremos hablando.

Hoy hemos estado hablando de estrés térmico

con Nicolas Maître, que es economista

del Departamento de Investigación de la OIT.

Así terminamos nuestro pódcast.

En las próximas semanas seguiremos hablando

de los cambios en el mundo del trabajo.

Por ahora nos despedimos y nos vemos muy pronto

con otro episodio de Las Voces de la OIT.

[música de fondo]