Voices
Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: ILO/OIT Carvalho S.

Podcast el futuro del trabajo

Episodio 5
Trabajo forzoso

Para mí, el tema de la desigualdad social es el más importante por el que combatir en el mundo

2 de diciembre de 2021
00:00

El actor, director y activista brasileño Wagner Moura habla de su trabajo como Embajador de Buena voluntad de la OIT contra el trabajo forzoso.

Nos cuenta como de pequeño, creciendo en el noreste de Brasil, veía a diario el trabajo forzoso, el de las muchachas limpiando las cosas, el de los trabajadores ruruales, y le parecía “normal” y como, al darse cuenta “de que esas cosas eran horribles” decidió movilizarse.

Ahora pide a los gobiernos que ratifiquen el protocolo de la OIT contra el trabajo forzoso “porque es nuestra responsabilidad luchar para que nuestros gobernantes hagan de los derechos humanos una prioridad.”

Transcripción

-Hola.

Bienvenidos a este nuevo episodio de Las Voces de la OIT.

Un podcast en el que hablamos del mundo del trabajo,

de las profundas transformaciones que está viviendo

y por supuesto de los efectos de la pandemia.

Hoy vamos a hablar del trabajo forzoso.

Vamos a hacerlo con un invitado especial,

el actor brasileño Wagner Moura, que no hace falta presentar.

Wagner Moura es embajador de Buena Voluntad de la OIT desde 2015.

Ha respaldado la intensa campaña por erradicar el trabajo forzoso

que se llama 50 for Freedom.

Ya había colaborado con la OIT en 2013

cuando apoyó la campaña de Tarjeta Roja al Trabajo Infantil.

Hoy vamos a hablar de su experiencia

y del trabajo forzoso también con motivo

del Dia Internacional para la Abolición

de la Esclavitud que se celebra el dos de diciembre.

Quiero recordar que hoy en día hay más personas

en situación de esclavitud que en cualquier otro periodo de la historia,

más de 25 millones de mujeres, hombres y niños

viven en condiciones de esclavitud.

Es decir, tres de cada 1.000 personas en el mundo.

De esto vamos a hablar con Wagner.

Hola, Wagner, ¿cómo estás?

-Hola.

Muy bien.

Un gustazo hablar contigo.

-Muchísimas gracias por estar con nosotros.

Vamos a empezar si quieres un poco con tu experiencia.

¿Por qué decidiste convertirte en embajador especial de la OIT?

Has dicho que una de tus motivaciones fue crecer en el interior

de Brasil y ver cómo la pobreza llevaba a la gente a trabajar

en condiciones de explotación y abuso.

Cuéntanos.

-Yo vengo de una región muy pobre de Brasil,

lo que llamamos aquí [?].

Es una parte muy de hinterlands,

del [?] Brasil, en el noreste de Brasil.

Yo crecí viendo situaciones de trabajo forzoso.

Lo trágico de todo eso es que yo crecí como niño ahí,

como seis, siete, ocho años creyendo que las cosas que yo veía eran normales.

Cosas como, por ejemplo, niñas de 12, 13, 14 años

que iban a trabajar en las casas de gente

que tenía un poquito más de plata.

No era que era una casa de gente rica,

porque no había gente rica ahí,

pero los que tenían un poquito más de palta tenían esas niñas

que vivían ahí y hacían todo el servicio doméstico,

no iban a la escuela, no recibían ninguna plata por eso, ningún dinero por eso.

Vivían en una condición que yo la miraba y yo como niño y pensaba,

"Eso es raro, ¿por qué no están en la escuela esas niñas?".

Era tan normal que yo no comprendía la tragedia de una cosa así.

Por ejemplo, trabajadores que trabajan en la zona rural

de esa pequeña ciudad y que trabajaban ahí por comida,

trabajaban por un espacio para dormir.

Yo crecí creyendo que esas cosas eran así.

Creo que mi activismo por los derechos humanos y sobre todo

por la situación del trabajo forzoso viene desde una vivencia muy particular,

muy fuerte que tuve desde niño, cuando entendí que esas cosas eran terribles.

Eso me hizo querer luchar para que cosas así no sigan pasando.

Desafortunadamente aún tenemos mucho, mucho de eso.

Como dijiste ahí en el principio, son 25 millones de personas

en el mundo en situación análogo al trabajo esclavo.

-Creo que además también contaste que otra

de tus motivaciones es que tú antes de ser actor,

y eso no sé si mucha gente lo sabe, comenzaste como periodista.

También has destacado la importancia del periodismo

en la lucha contra el trabajo forzoso.

Yo no sé si en algún momento tuviste

que reportear sobres situaciones como estas o las vistes de primera mano.

-Cuando yo quise ser un periodista yo lo que quería era volar el mundo.

Luego entendí que el periodismo es mucho más complejo,

hay muchas camadas para que uno--

Entendí luego que como artista mi camino era más ese,

como artista yo podía seguir siendo un activista artista.

El periodismo, de hecho, es muy importante.

Para mí el periodismo al final es una herramienta de justicia social.

El periodismo es la noticia, el facto,

la verdad que es una cosa muy importante hoy en el mundo.

A veces yo creo que la verdad como la conocíamos ya se acabó.

Por eso también hay tantos ataques al periodismo

por parte de gobiernos que no quieren la verdad,

que no quieren ver la verdad contada.

El periodismo es una cosa muy importante.

Creo que al final el periodismo se justifica como una fuerte herramienta

de justicia social,

apuntar casos como de trabajo esclavo,

pero no solo eso, pero de injusticias,

de darle voz a la gente, a los más pobres,

a los más débiles, sobre todo en países--

Dichos los países de tercer mundo

en los que ese tipo de injusticia es muy común.

Sí, creo que el periodismo es una herramienta muy importante

en la lucha contra el trabajo forzoso.

Por ejemplo, aquí en Brasil hay un hay un periódico muy importante,

no sé si lo conoces, se llama Repórter Brasil.

-Sí.

-El periodista ese que es un amigo muy querido mío,

que se llama Leonardo Sakamoto.

Ha dedicado como 20 años de su de su vida como periodista

a la lucha contra el trabajo forzoso.

-Tú también, como nos acabas de decir,

no has dudado en movilizarse contra situaciones que consideras injustas.

¿Crees que es un poco tu obligación,

una obligación de una personalidad que tiene acceso,

como es tu caso, a millones de personas,

a millones de followers,

de pronunciarse sobre determinados temas?

-Yo creo que eso es complejo porque yo lo hago porque eso

es orgánicamente algo muy fuerte en mi pasado, en mi vida.

A mí me gusta la política.

Yo crecí como un niño pobre que vi cosas muy feas, muy duras.

Para mí hablar sobre eso, hablar de derechos humanos,

de justicia social contra el trabajo forzoso,

eso a mí me es muy orgánico.

Yo sé, yo estoy consciente que siendo una persona pública,

que la gente a mí conoce, que conoce mi trabajo

y que mi opinión tiene una fuerza,

yo entiendo todo eso y uso de este poder

para decir las cosas que me parecen ciertas.

Igual creo que hay una presión demasiada

a veces injusta por otros artistas o gente que no sabe--

Eso no está orgánico en ellos.

Me parece más honesto que la gente hable de cosas que lo motiven,

que los-- No me gustan las presiones.

Hay gente que no está preparada para hablar,

que no quiere hablar y que no está cómoda en hablar.

Porque te digo, hablar de cosas así,

sobre todo en países como Brasil,

uno tiene que saber de lo que está hablando

y tiene que tener fuerza para aguantar el backlash.

Parece una locura decir eso, pero no son todas las personas

que están de acuerdo con lo que estamos diciendo aquí.

Brasil aún tiene una de las definiciones más modernas de trabajo forzoso del mundo.

Aquí en Brasil si una persona trabaja en condiciones degradantes,

si una persona trabaja en jornadas exhaustivas de trabajo,

si una persona es impedida de salir de su trabajo

o si una persona trabaja por deudas,

esa persona en Brasil es considerada un trabajador

en condición análoga a la esclavitud.

Es una definición muy grande, muy abarcante.

Esa definición todo el tiempo nosotros tenemos que estar aquí peleando

en Brasil con los lobbies porque todo el tiempo hay fuerzas

que quieren cambiar esas definiciones.

Quitar trabajo en condiciones exhaustivas, quitar trabajo degradante.

Es una pelea dura.

La gente tiene que hablar y posicionarse

en la medida en que se sienten bien con eso.

-En efecto, pero en tu caso tú no has dudado

en pelearte y eres embajador de la OIT desde 2015,

¿cómo ha sido esta experiencia?

¿Qué es lo que más te ha marcado?

-Ha sido una experiencia muy orgánica otra vez.

Yo creo que la OIT a mí me invitó para ser embajador

porque yo soy una persona que voy ahí en esa pelea,

en esa lucha por los derechos humanos y por condiciones

de trabajo hace un tiempo.

Esa fue una invitación muy orgánica.

Claro, es un honor para mí representar a la OIT en todo el mundo.

Es orgánico.

Hay muchas agencias de la ONU que me parecen muy lindas

y con misiones muy especiales, pero yo creo que estoy

en el lugar cierto, en el lugar más orgánico.

-En que estáis más involucrado.

-Con mi historia, exacto.

Un momento que a mí me ha marcado mucho de esa relación fue--

No me acuerdo ya, creo que en 2016, 2017 cuando fui a la sede,

a la headquarters de la OIT en Brasilia

para que yo me encontrara con trabajadores

que habían sido rescatados del trabajo de esclavo.

Eso fue muy fuerte porque--

-¿Hablaste con ellos?

-Sí, estuve con ellos.

Pasé como un día entero con ellos, hablando con ellos,

escuchando sus historias.

Eso fue muy fuerte, porque desde niño,

desde esa época en la que te dije,

que yo no me ponía--

Estaba ahí peleando por los derechos humanos,

contra el trabajo de esclavo,

pero había mucho tiempo que yo no estaba escuchando frente

a frente con una persona que había pasado por una situación de esclavitud.

Eso fue muy fuerte porque, otra vez,

una cosa que es muy trágica en todo eso es que muchos de--

Por lo menos lo que ellos decían es que estaban

en esa situación y no lo sabían, no entendían.

Incluso, cuando fueron rescatados se enojaron

porque era como si los fiscales del--

-Les quitaran el trabajo, ¿no?

-Como si les estuvieran quitando el trabajo, exacto.

Eso es muy trágico, que la gente no sepa sobre derechos,

que no sepa que todos tienen derechos humanos,

que tienen derechos como trabajadores,

eso es me parece muy trágico y muy triste.

-Sí, ese es un poco lo que nadie se cree de la esclavitud moderna,

que hay mucha gente que ni siquiera sabe que está siendo explotada de esta forma.

Yo creo que con la COVID que ha empeorado la situación de mucha gente,

no solamente es de trabajo forzoso,

sino las personas más vulnerables en todo el mundo,

de alguna forma también se está hablando más de estos temas.

¿No te parece?

-Sí, yo creo que en las épocas así distópicas igual la resistencia

se pone más fuerte.

Yo nunca vi un momento del mundo,

por ejemplo, en que las luchas identitarias estuvieran tan fuertes,

el movimiento negro, la lucha por los derechos de los indígenas,

de los pueblos indígenas aquí en Brasil está muy fuerte, el feminismo.

Yo creo que hay momentos duros,

distópicos igual también la resistencia se pone más fuerte.

Lo del [?] es, de hecho, la desigualdad,

sobre todo en países aquí como Brasil,

en países en que la desigualdad ya era una cosa terrible,

todo se puso mucho peor.

En todo el mundo creo que la desigualdad se puso mucho más evidente.

Hoy tenemos aquí en Brasil 19 millones de personas con hambre.

Ya no había hambre en Brasil.

Habíamos terminado con eso.

Ahora otra vez tenemos gente con hambre en el país.

Yo tengo dudas si la evidencia de esa tragedia hace

con que gobiernos del mundo entiendan que hay que combatir,

que enfrentarse con la desigualdad y con la pobreza.

Yo tengo dudas si eso está pasando.

-¿Piensas que es suficiente, que ante la evidencia no--?

-Yo creo que no.

Por ejemplo, el hecho de que una nueva-- ¿Variante se dice?

¿Variante?

¿Variable?

-Sí, variante.

-De una nueva variante del COVID que surge

en una región de África en que no había tantas vacunas, por ejemplo.

Cuando todos sabíamos que--

¿Por qué los países ricos no enviaron vacunas

para los países que no tenían condiciones de tenerla?

Ahí se vuelve otra vez en un problema mundial.

Estaba evidente, por ejemplo, eso.

Estaba evidente que era una obligación

de los países ricos enviarles a los que no tenían desarrollada la vacuna,

vacunas para que el pueblo del mundo pudiera estar todo vacunado.

Tengo dudas si la tragedia abre los ojos

de los gobernantes del mundo para que enfrenten el problema

más grave que hay entre tantos, cambio climático.

Para mí el tema de la desigualdad social es el tema

que hay más importante a combatir en el mundo.

-Es lo que más te motiva.

Como tú dices, hay que seguir luchando.

El pasado mes de marzo se alcanzó el objetivo de las 50 ratificaciones

del protocolo de la OIT contra el trabajo forzoso,

pero aún queda mucho trabajo por hacer.

¿Tú qué le dirías a los países que aún no han ratificado el protocolo?

-Yo creo que una nación,

un país que quiere verse como un país desarrollado,

como un país civilizado, como un país libre de cosas--

Hay que firmar, hay que firmar el protocolo de la OIT.

Yo sé que eso no es un tema-- Yo sé que eso es complejo,

que no depende de una decisión de un gobernante,

de un presidente, hay muchas cosas que están ahí.

En la democracia es así y qué bien que es así.

Son muchas partes que se juntan para que algo pase.

Igual no hay motivo, no hay ninguna motivación moral para que una nación,

un país no se esfuerce para firmar un protocolo que habla

de una de las cosas más terribles que aún puede existir

en el mundo que es una persona haciendo que otra persona sea esclava.

Yo diría que es igual nuestra responsabilidad forzar,

trabajar, luchar,

pelear para que nuestros gobernantes pongan los derechos humanos,

que pongan cosas como el 50 for Freedom como prioridad en sus agendas.

Estamos hablando de humanidad.

Sobre todo cuando vivimos en una crisis como esa,

una crisis sanitaria, pero sobre todo una crisis humana hay

que poner esas cosas por sobre todo.

-En efecto, hay que seguir luchando.

Muchísimas gracias, Wagner, por tu tiempo.

Hemos estado hablando hoy del trabajo forzoso con el actor Wagner Moura,

que es embajador de Buena Voluntad de la OIT.

Así terminamos nuestro podcast.

En las próximas semanas seguiremos hablando

de los cambios en el mundo del trabajo.

Por ahora nos despedimos.

Nos veremos pronto en otro episodio

de Las Voces de la OIT.

[música de fondo]

Wagner Moura celebra el éxito de la campaña 50 for Freedom