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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
Foto: ILO/OIT Alex Belopopsky
Inclusión de personas con discapacidad

Juntos y juntas podemos hacer de la inclusión de la discapacidad una realidad

Cuando era más joven, sentía que tenía que entrar en lo desconocido, algunas veces sola. Esto me causaba muchos temores. La sociedad tiene menos expectativas de las personas con discapacidad, así que para hacerse notar es necesario alcanzar metas más difíciles, de lo contrario nadie te toma en consideración o piensa que eres capaz de hacer esto o aquello.

Por eso era tan competitiva, obtenía las mejores notas, cursé dos maestrías, corrí  una maratón, visité muchos países.

Tengo una discapacidad visual. Puedo percibir la luz y ver si el día está soleado, nublado o si es de noche, así como las sombras. Pero no puedo ver mucho más.

VÍDEO CON AUDIODESCRIPCIÓN PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL

VÍDEO CON SUBTÍTULOS

Crecí en Francia en el seno de una familia turca. Pasé gran parte de mi infancia queriendo ser como mis hermanos, llevar el cabello corto, vestirme como ellos, trepar árboles, etc.

Cuando era más joven podía ver un poco más y, hasta el primer año de la escuela primaria estuve en una clase regular, aprendiendo a leer y a escribir como los otros. Al igual que muchos otros niños con discapacidad, mis necesidades no eran tomadas en cuenta y, como hablaba turco en mi casa, además tenía que adaptarme a un ambiente de habla francesa. 

Cuando finalicé el primer año, bien, estupendo, ahora tienes que comenzar todo de nuevo, pero en braille. Así que tuve que esforzarme el doble que los otros niños, incluso aprender a usar los dispositivos de asistencia, como los lectores de pantalla.

A medida que me acercaba a la edad adulta, soñaba con ir a la universidad y estudiar derecho, que fue lo que hice. Para mí era muy importante comprender cómo funcionaba el mundo, cómo se elaboraban las normas y por qué podemos o no hacer determinadas cosas.

Siempre he tenido un fuerte sentido de la justicia. No podía quedarme callada cuando pasaba algo que yo percibía como injusto.

Güler Koca corre al lado de una maratonista vidente. Ella sonríe. Los espectadores las animan.

Cuando tenía 24 años, corrí la maratón de Nueva York guiada por un corredor vidente. La preparación para me enseñó la perseverancia. Aprendí que para lograr algunas metas, es necesario estar rodeado de grandes personas. (2016)

© Güler Koca

Fui la primera en la familia que fue a la universidad, un paso hacia lo desconocido. No sabía en lo que me estaba metiendo.

Por ejemplo, dicen que las personas invidentes son buenas para dar masajes o para trabajar en los servicios telefónicos de atención al cliente. En Francia, muchas personas con discapacidad visual son fisioterapeutas, que es un excelente trabajo, pero no era lo que yo quería hacer.

Recuerdo mi primer día en la universidad. Estaba un poco asustada. Estaba esperando para asistir a mi primera clase: derecho constitucional. Sola. Fue entonces que conocí a otra estudiante, quien se convirtió en una de mis mejores amigas.

Ambas deseábamos viajar y llevar a cabo proyectos de solidaridad. Ella es franco peruana y gracias a ella realicé mi primer gran viaje. Fuimos a Perú, donde juntas creamos un proyecto para recaudar fondos y construir un centro de masajes, dirigido por personas con discapacidad visual. Diez años más tarde, el proyecto sigue funcionado y estoy muy orgullosa de ello.

Mi maestría también me llevó a Barcelona, donde aprendí español. Después de graduarme con honores, decidí buscar una experiencia que me ayudará a aprender inglés, viajar y hacer algo útil. Trabajé como voluntaria en un refugio de animales en Fiyi, ¡El lugar más remoto donde podía ir!

A pesar de hablar cinco idiomas, tener dos maestrías, haber hecho pasantías y haber participado en proyectos en todas las regiones del mundo, todavía no lograba encontrar un empleo formal.

Güler KocaExperta en inclusión y diversidad, OIT

Cuando estaba en Fiyi, el país estaba en transición hacia una forma de gobierno más democrática y una vasta consultación con la sociedad civil había sido lanzada. Colaboré con una organización local de personas con discapacidad que elaboró una propuesta para la futura constitución. Fue una experiencia extraordinaria y mi primer encuentro con el movimiento de defensa de los derechos de las personas con discapacidad.

Me hizo comprender que quería trabajar en el ámbito de los derechos humanos en una organización internacional. Concluí dos maestrías: derecho internacional en Ginebra y estudios internacionales sobre la paz en Costa Rica. Para la segunda maestría, hice una pasantía en Israel y el Territorio Palestino Ocupado, al final me quedé un año para estudiar árabe.

Cuando regresé, aprobé el examen ante el colegio de abogados en Francia y me convertí oficialmente en abogada. Sin embargo, a pesar de hablar cinco idiomas, tener dos maestrías, haber hecho pasantías y haber participado en proyectos en todas las regiones del mundo, todavía no lograba encontrar un empleo formal.

Güler Koca dentro de un templo en Katmandú, Nepal. En el fondo, monos.

En un templo en Katmandú, Nepal. Mi vida gira en torno a explorar lo desconocido. Siempre me ha intrigado lo que vendrá después. (2022)

© Güler Koca

Ningún empleador te dirá: “No te contrataré porque tienes una discapacidad”. Sin embargo, cuando analizamos las estadísticas que muestran que el número de personas con discapacidad en el mundo del trabajo es tan bajo, podemos deducir que enfrentan discriminación.

No es necesariamente discriminación directa. Solicitar empleo fue una pesadilla, porque muchos sitios web de empleo no son accesibles a los candidatos que usan lectores de pantalla.

En las entrevistas de trabajo, con frecuencia tenía que pedir que se hicieran cambios en el proceso de la entrevista si no era accesible. Por ejemplo, para un empleo me pidieron analizar un gráfico, aún cuando sabían que tengo una discapacidad visual. Les pregunté: “¿Cómo puedo hacerlo? El gráfico no es accesible para mí”. Ellos me dijeron que no me preocupara y que no era necesario que lo hiciera. Sin duda pensaron que era un gesto amable, pero sé que esto me impidió obtener el trabajo.

Era muy frustrante, yo sabía que poseía muy buenas competencias. Durante mucho tiempo sentí que tendría que esforzarme 10 veces más para lograr lo mismo que otros. Sin embargo, al mismo tiempo, la sociedad tiene menos expectativas de las personas con discapacidad.

Me he convertido en una persona más selectiva en lo que se refiere a mis objetivos y actividades, y hago sólo lo que tiene un significado real para mí. Si necesito convencer a otros de que puedo hacerlo tan bien como otra persona, entonces hay algo que no está bien.

Durante mucho tiempo sentí que tenía que esforzarme 10 veces más para lograr lo mismo que otros. Sin embargo, al mismo tiempo, la sociedad tiene menos expectativas de las personas con discapacidad.

Güler KocaExperta en inclusión y diversidad, OIT

Una ex colega de una pasantía me sugirió que trabajara de forma independiente. Significaría que ya no tendría que pasar por otro proceso de selección hostil o convencer a otros sobre mi empleabilidad.

Así lo hice, creé mi propia empresa en Francia. Lo hice en tan sólo media hora el día de mi cumpleaños para que me trajera suerte y ¡funcionó! Conseguí mi primer cliente ese mismo día con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). No podía haber soñado algo mejor. Después de eso, no me detuve, durante dos años colaboré con numerosas organizaciones como UNICEF, la Alianza Internacional de la Discapacidad, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Grupo pro Derechos de las Minorías.

Hace dos años, me contrató la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Ahora soy el punto focal para la igualdad de género y la inclusión de la discapacidad para el proyecto PROSPECTS. Su objetivo es promover la inclusión de los refugiados en el mundo del trabajo en el Cuerno de África y el Oriente.

Garantizar que una organización, un lugar de trabajo o un proyecto sea inclusivo de todas las personas, es un trabajo muy gratificante. Te exige dar un paso atrás, tomar una panorámica de la estructura organizacional y formular recomendaciones que mejorarán la vida de todos. ¿Hay algo mejor que esto?

La fotografía tomada desde el fondo de una sala de reuniones, detrás del escritorio del equipo de producción audiovisual que grabó el evento. Güler está siendo grabada, de manera que además de verla en el frente de la sala, la podemos ver en la pantalla de la computadora sobre el escritorio.

A principios de este año, hablé sobre igualdad de género e inclusión de la discapacidad en el evento de la OIT dedicado al Día Internacional de la Mujer. (2023)

© ILO/OIT

Mi vida siempre ha girado en torno a explorar lo desconocido. En Francia hay una organización que creó un sistema para permitir a las personas con discapacidad visual pilotar un avión. El sistema crea sonidos que dan las indicaciones necesarias para pilotar el avión. 

Recuerdo que fui al doctor para que me diera el certificado que confirmara que podía pilotar. Él siempre había dicho que sí a mis solicitudes: certificados para paracaidismo, correr en un maratón y muchos otros. Esta vez, estaba por firmar cuando de repente se detuvo y me dijo: “Lo siento, ¿puedes dedicarme un minuto para explicarme cómo funciona esto?”. Se lo expliqué y se puso a reír y reír.

Volar es fantástico. Puedes ir a todas partes.No es como conducir un automóvil donde hay tantos obstáculos. En el aire no existen. Así que es una sensación maravillosa. Una sensación de libertad absoluta. ¡Creo que me dio alas!

Un primer plano Güler Koca usa un par de auriculares con micrófono incorporado y anteojos de sol en la cabina de vuelo. Ella pilota un avión. En el fondo vemos el cielo azul y a lo lejos el paisaje que se extiende en la distancia.

Siempre me ha gustado hacer cosas extremas. Pilotar un avión me dio una sensación de libertad absoluta. (2016)

© Güler Koca

No conozco a nadie que no esté de acuerdo con que la inclusión de la discapacidad es una buena idea. Pero necesitamos ir más lejos y hacerla realidad. Se puede iniciar escuchando testimonios como el mío y siguiendo una formación sobre sensibilización acerca de la inclusión de la discapacidad. Todo esto está bien. Pero a fin de cuentas estas cosas no tienen significado si no estás rodeado por personas con discapacidad en tu vida diaria.

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