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Perspectivas sobre el mundo del trabajo
© Maria Rita Freitas dos Santos
Empoderamiento de la mujer

Nuestros productos artesanales nos confieren autonomía

La palmera carnauba siempre ha formado parte de mi vida, pero un programa de fortalecimiento de capacidades sobre tejido artesanal cambió mi vida, al permitirme logar una vida decente para mí y mis hijos. Hoy día, formo parte de un grupo de mujeres comprometidas que trabajan arduamente para preservar las tradiciones e innovar con nuestra artesanía.

Cuando era niña, la actividad fundamental de mi padre era la extracción de hojas de carnauba para la producción de cera. Era la principal fuente de ingresos de nuestra familia.

En nuestra comunidad, todos participaban. Los hombres recogían las hojas, mientras que las mujeres tejían los pedazos para hacer escobas.

Cuando mi padre todavía estaba casado con mi madre, yo era demasiado joven para ayudar. Más tarde, cuando mi padre se volvió a casar, mi hermana y yo ayudábamos guiando a los burros que cargaban los costales de hojas hasta la casa. Luego, mi madrasta procesaba las hojas.

Crecí en este contexto, estaba rodeada de carnauba todo el tiempo. Había visto algunos objetos elaborados a partir de las hojas como alfombras y cestas pero, en mi familia, a lo largo del tiempo se había desvanecido la tradición de fabricar artesanías.

Fátima Laine Sousa Santos sentada en el porche de su casa, teje las hojas de carnauba para crear objetos artesanales. Ella mira sus manos, concentrada en su trabajo.

Siempre supe de los objetos artesanales creados a partir de la carnauba, en particular los del estado de Ceará, y me preguntaba por qué nosotros no hacíamos lo mismo en nuestro estado, Piauí. (Brasil, 2025)

© Mayara Martins - MPT/PI

Aún cuando yo era muy joven para ayudar, recuerdo que acompañaba a mi padre a las plantaciones de carnauba. Jugaba con mi hermana sobre las hojas recogidas mientras mi padre trabajaba.

Pero el trabajo de mi padre era muy arduo. Uno de los mayores desafíos era comenzar a trabajar muy temprano en la mañana para evitar el calor intenso.

Todos los viernes, mi padre esperaba en la carretera el camión que llevaría los atados de hojas al mercado. Tenía que viajar toda la noche para venderlos. Y aún así, el producto se vendía a un precio muy bajo.

Una imagen de Fátima Laine Sousa Santos. Ella sonríe junto a su hija pequeña detrás de una mesa que exhibe los bolsos y cestas artesanales tejidas con las hojas de carnauba.

Espero que mis hijos se sientan orgullosos de mi coraje y entiendan que mis sacrificios tienen un objetivo más grande. Deseo que hagan suyas las lecciones de resiliencia y trabajo arduo. (Brasil, 2025)

© Mayara Martins - MPT/PI

Siempre supe sobre los objetos artesanales creados a partir de la carnauba, en particular los del estado de Ceará, y me preguntaba por qué nosotros no hacíamos lo mismo en nuestro estado, Piauí.

Un día, mi padre me envió fotos de las artesanías realizadas con la fibra de carnauba y me habló de un curso sobre cómo tejer las hojas de carnauba.

En ese momento, él era un delegado sindical y había escuchado sobre un proyecto de la OIT para recuperar esta técnica a través de un programa desarrollar capacidades. Me preguntó si pensaba que podía hacerlo. Me interesó desde el primer momento.

Enseguida me di cuenta que era una buena oportunidad. Quería encontrar respuestas a mis preguntas y demostrar que podía construir algo valioso con nuestros recursos locales.

Antes de elaborar productos artesanales con carnauba, tenía siempre problemas económicos, sobre todo después de que nacieron mis hijos.

Fátima Laine Sousa SantosTejedora artesanal de hojas de carnauba

Antes de trabajar en la creación de artesanía con la fibra de carnauba, elaboraba otro tipo de artesanía. Sin embargo, mi ingreso principal provenía de los programas de protección social del gobierno y de vender comida casera.

Pero siempre tenía problemas económicos, sobre todo después de que nacieron mi hija y mi hijo. Había momentos en que tenía que escoger entre reinvertir en mi negocio o comprar lo esencial para mis hijos. Algunas veces, ganaba lo suficiente, otras no. Esa inestabilidad me generaba mucha tensión y ansiedad.

Desde el inicio del proyecto de la OIT, nos dijeron que no sería sólo sobre artesanía. El proyecto tenía objetivos y aspiraciones más grandes para el futuro.

Cestas, bolsos y recipientes tejidos están expuesto sobre una mesa. En la pared, se muestran fotos de los grupos de artesanas que elaboraron los productos artesanales.

Para mí, el aprendizaje de las técnicas de tejido fue natural. La parte más difícil fue trabajar con piezas que requería coser a máquina. (Brasil, 2025)

© Henna Bruna

Aprendimos mucho en el proyecto. Elisângela, la instructora, vino a nuestra comunidad y permaneció una semana con nosotras. 

Al principio, lo que me motivó fue mi curiosidad en el potencial de la artesanía con carnauba. Pero a medida que aprendía más, me interesé en la creación de un objeto de principio a fin. Aprendimos cómo fabricar cestas utilizando diferentes tipos de entrelazados. Cuando finalmente aprendí las técnicas y vi el producto final elaborado con mis propias manos, me sentí victoriosa. 

A lo largo del curso de formación, muchas mujeres talentosas lo abandonaron, pero yo siempre creí en el proyecto. Podía percibir su potencialidades, más allá de las dificultades iniciales. 

Algunas mujeres abandonaron el curso durante la primera semana, decían que no se sentían conectadas con él. Otras se preguntaban si de verdad funcionaría o si estábamos invirtiendo tiempo y dinero en algo que no daría resultados. 

En un primer momento, la incertidumbre tuvo un papel importante en las emociones de todas. Pero, las que persistimos, nos identificamos verdaderamente con la artesanía y estábamos muy emocionadas. Al final del curso, comenzamos a recibir pedidos de nuestros productos artesanales.

Fátima Laine Sousa Santos frente a una exposición de productos artesanales tejidos con fibra de carnauba en un evento en una sala. A su lado, otra participante sonríe.

Esta experiencia me transformó. Me sacó de una burbuja de desesperanza y me dio un sentido de determinación. (Brasil, 2025)

© Jade Scarlato Astur

Luego, Elisângela, nuestra instructora, se convirtió en la coordinadora de un grupo de artesanas y hoy día es la presidenta de nuestra asociación.

Actualmente, somos un grupo de mujeres comprometidas que se esfuerzan por preservar nuestras tradiciones e innovar con esta artesanía.

Nos une un fuerte vínculo, sobre todo a las que participamos juntas en el primer curso. Nos apoyamos mutuamente. Ver este tipo de motivación dentro del grupo es algo muy poderoso. Desde el primer curso, hemos entrenado a otras personas, pero nuestro grupo inicial ha permanecido muy unido.

Cuando comenzamos a trabajar, nuestros mayores desafíos eran la falta de recursos para comprar los materiales necesarios y la incertidumbre sobre si íbamos a vender nuestros productos.

Ahora, lo que necesitamos es más apoyo para comercializar nuestros productos de manera sostenible. Necesitamos un mayor acceso a los mercados, además de las ferias locales, ya que éstas tienen altos costos y muchas incertidumbres.

Ofrecernos apoyo, va más allá de la generación de ingresos: empodera a las mujeres, fortalece a las comunidades y ennoblece nuestras tradiciones locales.

Si tuviese que contar a mis futuros nietos esta experiencia, les hablaría de la victoria, no sólo mía, sino de todo el grupo y de nuestra comunidad.

Fátima Laine Sousa SantosTejedora artesanal de hojas de carnauba

Para mí, esta experiencia cambió todo. Cuando comencé a fabricar productos artesanales, me habían diagnosticado ansiedad grave y estaba tomando medicamentos. Apenas salía de casa. Pero la artesanía me sacó de esa burbuja. 

Finalmente, mi doctor me dijo que ya no necesitaba tomar las medicinas. Comencé a socializar, a viajar y a ir a las ferias comerciales. Ahora me siento más confiada y determinada. Las personas piensan que yo siempre he sido así, en realidad tuve que superar las barreras psicológicas y necesité mucha preparación. 

Carnauba es mucho más que una simple planta. Para mí, esta palmera es símbolo de resiliencia, fortaleza y sobrevivencia. Me veo reflejada en su habilidad de resistir y prosperar a pesar de las dificultades. 

Si tuviese que contar a mis futuros nietos esta experiencia, les hablaría de la victoria, no sólo mía, sino de todo el grupo y de nuestra comunidad. 

Les contaría cómo la producción artesanal  de objetos realizados con las hojas de carnauba comenzó a ser reconocida como una profesión digna. Y de cómo permitió a tantas mujeres ganarse la vida dignamente.

Entrevista a Edno Moura, Procurador del Trabajo, Ministerio Público del Trabajo, Brasil

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