-Hola. Muy bienvenidos a este nuevo episodio
del podcast de la OIT sobre el futuro del trabajo.
Soy Sonia Álvarez.
En esta edición veremos cómo el aumento de las temperaturas
que estamos experimentando con el cambio climático implica
que más personas corran el riesgo de sufrir estrés térmico en el trabajo.
Un informe reciente de la Organización Internacional
del Trabajo estima que más de 2.400 millones de trabajadores,
es decir, más del 70% de la población activa mundial
puede verse expuesta a un calor excesivo en algún momento de su trabajo.
¿Cuál es el impacto del estrés térmico en nuestra salud y qué se puede hacer
para que nuestros lugares de trabajo sean más seguros y protejan
a los trabajadores del estrés térmico?
Para profundizar en este interesante tema hoy conversaremos
con Tzveti Radoslavova, especialista técnica
en seguridad y salud en el trabajo de la Oficina Regional de la OIT
para América Latina y el Caribe,
y con el doctor Gabriel Alejandro Real Ornelas,
especialista en medicina del trabajo y ambiental
del Instituto Mexicano de Seguridad Social
y representante del Gobierno mexicano
en el proyecto Fondo Visión Cero de la OIT,
que entre otras acciones mide el estrés térmico entre
los trabajadores agrícolas.
Muy bienvenidos Tzveti, Alejandro. Muchas gracias por estar con nosotros.
-Buenos días, Sonia. Gracias por la invitación.
-Muchas gracias, Sonia. Buenos días.
-Buenos días. Para comenzar les voy a invitar a escuchar
a dos personas de México.
Alejo, un trabajador agrícola que trabaja en un invernadero, y Eduardo,
un empresario agrícola.
Las granjas en las que trabajan ambos
forman parte del proyecto Fondo Visión Cero de la OIT.
El objetivo de este proyecto es analizar la relación entre el cambio climático,
el aumento de las temperaturas y la seguridad y la salud en el trabajo.
Escuchemos lo que tienen que decir sobre el impacto del calor en su trabajo.
-Ayer como andaba trabajando,
de repente mi cuerpo como que ya no dio más.
Empecé a sentir así como palpitaciones.
Dije, "Ahí no más".
Lo que hice, fui a tomar agua y ahí ya me empecé a recuperar.
Te da un golpe de calor, como que te queda un golpe de calor
y sientes como que los pies empiezan a perder fuerza.
-El cambio climático ha sido una cuestión muy fuerte.
Hablando del año pasado cómo nos fue,
sí ha sido bastante,
impacta mucho el calor que sube porque aquí cuando hace demasiado calor
es en el tiempo de lluvia.
Las lluvias se nos corrieron prácticamente un mes.
Todo ese mes que se supone que iba a bajar la temperatura,
en vez de bajar subió un poquito más.
A causa de eso tienes más presión de plagas,
la gente no te rinde como debe rendir
porque el desgaste físico es mayor a lo que se tenía pronosticado.
-Tzveti, ¿cuál es tu reacción ante estos testimonios?
Para comenzar también la conversación, ¿podrías contarnos qué entendemos
por estrés térmico y qué repercusiones tiene
en la salud de los trabajadores tanto a corto como a largo plazo?
-Claro que sí, Sonia.
Lo que está experimentando este trabajador que hemos escuchado es efectivamente
el estrés térmico por calor.
El estrés térmico es el impacto sobre el cuerpo humano de temperaturas extremas,
ya sean de origen ambiental o industrial.
Es decir, que provienen del clima o de las máquinas.
Aunque hoy en día al hablar de estrés térmico
nos solemos referir al estrés térmico por calor,
principalmente debido a la elevación de las temperaturas,
se puede experimentar también estrés térmico por frío.
En el estrés térmico que puede sufrir un trabajador también influyen
otros factores,
como ellos mismos lo han explicado, como la humedad, el esfuerzo físico
que se realiza y también la ropa que se utiliza,
ya que todos estos factores pueden conllevar a una subida
o bajada anormal de la temperatura corporal.
En este caso los trabajadores agrícolas a los que hemos escuchado
estaban realizando un esfuerzo a una temperatura elevada,
lo que produce estrés térmico por calor.
Lo que ellos han descrito es ni más ni menos
los síntomas relacionados con el estrés térmico por calor
como la sensación de debilidad y agotamiento,
pero uno puede también sentir mareo, calambres e incluso desmayarse.
Le puede salir un sarpullido e irritación en la piel,
incluso se produce rabdomiólisis,
que es básicamente la descomposición de los músculos dañados
y la liberación de las células en la sangre
que a su vez puede dañar los órganos, en particular el riñón.
Lo que puede conllevar a una lesión renal aguda y también
a la enfermedad renal crónica.
El calor excesivo también influye en las enfermedades cardiovasculares
y afecta los procesos mentales.
Todos sabemos
cómo el calor nos influye a la capacidad que tenemos de concentrarnos,
de reflexionar,
por lo que los trabajadores tienen una mayor posibilidad de tropezar,
caerse, golpearse.
En definitiva,
tienen un mayor riesgo de accidentarse dada
esta merma que se sufre de la función cerebral.
-Muy bien. Alejandro,
también siguiendo con los testimonios que acabamos de escuchar.
Cuando oyes estas experiencias de México, ¿cuál es tu reacción y cómo se relaciona
con las investigaciones que has realizado recientemente?
-Muchas gracias.
Lo primero que viene a mi mente cuando escucho a Alejo es,
todos estos mecanismos fisiológicos que fallaron para evitar
que presentara esta sintomatología relacionada
con golpe de calor en agudo.
Justo lo que nosotros estamos tratando de investigar,
y retomando un poquito lo que ya comentaron, es que
antes de que ya ocurra un fenómeno que hace que la persona pare de trabajar--
Esto ya es un evento ya más importante, pero antes de que ocurra esto
hay muchos mecanismos que están costándole al cuerpo y que justo están incrementando
la probabilidad de que ocurran diferentes desenlaces en salud,
como los que ya comentaron. Los renales, los neurológicos,
etcétera, que son
a veces un poquito más sutiles y las personas no se dan cuenta que ya
lo están experimentando.
Cuando una persona para y tiene que tomar agua quiere decir
que ya hubo todo un periodo previo de esta descomposición del cuerpo.
Como bien lo comenta el empresario,
las personas ya no rinden.
Todas estas personas que empiezan a trabajar más lento son
estas manifestaciones un poco más tempranas.
Alejo fue el ejemplo ya del evento más grave,
que ya es clínicamente más significativo y que lo hace parar,
pero es como un centinela de lo que está ocurriendo
en la mayoría de las personas que están expuestas a las condiciones en
las que él se expuso este día.
No en todas las personas se presenta igual.
Justo es el interés de haber estudiado específicamente
esta región de México.
Jalisco está lejos de ser la zona más cálida del país, por ejemplo,
a diferencia del norte que las temperaturas son mucho más altas.
¿Qué pasa?
Que las personas hacen lo que Alejo hace, tratan de seguir trabajando,
tratan de rendir más y van teniendo estos daños crónicos
que es lo que nosotros en este momento estamos estudiando.
El golpe de calor agudo es algo a lo mejor un poquito más fácil
de prevenir porque sabes qué ocurrió, puedes hacer restricciones en horarios
y demás, pero el problema es estas regiones
donde ellos logran continuar con su trabajo, logran estar varios días
sin que nadie se dé cuenta que están sufriendo daño.
Eventualmente cuando viene un golpe de calor como el de Alejo,
ya van varios días, van varias personas que en diferentes grados
están experimentando daños a su salud.
Ahorita más nos alarma es la parte renal que ya se comentó,
pero hay muchos otros que ocurren y que pasan muy desapercibidos,
incluso para los empresarios.
Siempre se focalizan en, "Se paró de trabajar porque tuvo calor".
Lo renal, lo neurológico,
lo cardiovascular es algo muy silente y es de lo que nos preocupa porque creemos
que está ocurriendo en una mayor cantidad de las personas
de lo que realmente se reporta.
-Sin duda estamos profundizando en un tema que es de gran relevancia.
Inmediatamente surge la duda respecto a la magnitud que está teniendo
este problema hoy en día.
Tzveti, ¿cómo ha aumentado el número de trabajadores afectados de acuerdo
a las investigaciones que se han realizado y cuál es la situación de América Latina
y el Caribe puntualmente?
-Sí, Sonia. La situación desde luego que es muy preocupante
porque las temperaturas, como todos sabemos,
están en constante aumento y no sabemos realmente en qué momento
vamos a ver el pico, hasta dónde vamos a llegar.
Ello a pesar de los esfuerzos que se están haciendo
en el marco de la Convención de las Naciones Unidas
sobre cambio climático, el Acuerdo de París,
que buscan precisamente limitar esta subida de las temperaturas
a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
De hecho,
sabemos que hay expertos que denuncian que a este paso no se va a poder alcanzar
esta meta que se ha propuesto.
En cuanto a los números, tú ya nos comentabas
que a nivel mundial
tenemos unos 2.400 millones de trabajadores expuestos
al calor excesivo en el trabajo,
también unos casi 23 millones de lesiones profesionales
y casi 19.000 muertes relacionadas con el trabajo.
Todo ello a causa del calor excesivo que sufren los trabajadores.
Ahora, a nivel regional lo que te puedo comentar es
que según un informe del 2023 de la Organización Meteorológica Mundial,
en la región las temperaturas han aumentado
en más de medio grado Celsius en las últimas tres décadas solo.
También, la Organización Meteorológica Mundial
apunta a anomalías en las precipitaciones, pudiendo estas variar hasta en un 60%
en diferentes zonas, lo que nos demuestra claramente
que hay una alteración de los patrones climáticos.
Otra cifra significativa de la región
son las 20.000 muertes que ha causado la enfermedad renal crónica
de origen no tradicional.
Solamente en una década, esto es una cifra a la que han llegado
los investigadores y que se calculó en el 2013, por lo que es muy posible
que la situación desde entonces haya empeorado.
-Muchas gracias, Tzveti.
Ante este panorama alarmante que hemos escuchado también,
¿qué se están haciendo?
Distintas acciones, ya hay distintas organizaciones también
que se están movilizando, que están incorporándose
en este tema para poder ver las distintas vías de solución.
Alejandro, ¿nos podrías contar un poco más respecto a la labor
que están desarrollando en el marco del proyecto Fondo Visión Cero
que mencionamos al inicio de la conversación?
-Claro que sí, Sonia.
En este proyecto tenemos dos grandes motivaciones para verlo
focalizado en este tipo de industria en específico.
Este proyecto está estudiando
cómo se comportan todas las variables fisiológicas,
ambientales, etcétera,
en trabajadores específicamente de la industria de agricultura protegida,
esto es trabajadores de invernadero en este tipo de empresas.
Porque este tipo de agricultura ha sido más frecuente y cada vez
va a ser más frecuente, justamente por todas
estas inclemencias del cambio climático.
El aumento de plagas,
el poco control que se va a tener sobre el ambiente,
hace que algunos tipos de cultivos, para que puedan lograrse
en ciertas regiones, necesiten este tipo de agricultura.
O a lo mejor aumenten
el rendimiento que necesitan para que sea costeable.
Hay una explosión de este tipo de agricultura, pero cuando vemos
la parte de seguridad y salud en el trabajo, hay muy poca información,
algunos estudios retrospectivos y demás, pero realmente no sabemos hoy en día
cómo se comportan todas estas variables dentro del invernadero.
Nos da una falsa seguridad porque, aparentemente,
sería un ambiente de interiores.
Digo aparentemente porque ya en estudios que hemos hecho vemos que no, pero bueno,
parecería que estamos en sombra trabajando en un ambiente de ese estilo.
Cuando hacemos mediciones de temperaturas ambientales,
medimos tres tipos de temperaturas, una de estas es la temperatura radiante,
que es la que viene por el sol.
Vemos que se magnifica de manera impresionante dentro del invernadero.
Ya calculando la exposición a las temperaturas vemos que, en promedio,
más o menos se incrementa 4° de temperatura dentro en comparación
con las áreas de la empresa fuera del invernadero.
Esto en todo el día, pero si nos vamos a las horas más cálidas, la diferencia
llega a ser incluso superior a los 7° centígrados.
Esto es muchísimo.
Hablando de la escala de la temperatura, los efectos en salud
se han reportado desde los 27° y vemos que,
mientras en algunas zonas fuera del invernadero están en 26°,
dentro del invernadero ya superan los 30° donde hay un riesgo más importante,
sobre todo en actividades de alta demanda física
como es la agricultura.
Esto fue uno de los pilares que nos hizo voltear a ver
este tipo de industrias.
La otra es una que es más universal en cuanto
a los trabajadores de exteriores, y en general, todos
estos escenarios de interiores que quizás no tienen una fuente definida,
pero es una fábrica con techo de lámina, etcétera, que nos va a generar
condiciones también de estrés térmico.
Focalizándonos en agricultura, con las mediciones ambientales
que hemos realizado, si nosotros siguiéramos
las vías internacionales que hay,
la conferencia a lo mejor de higienistas de Estados Unidos
o algunos recientes documentos del Ministerio de Seguridad
y Salud en Trabajo de España, etcétera,
e incluso nuestra misma normatividad mexicana.
Si nosotros siguiéramos esas regulaciones y las aplicáramos directamente
a los trabajadores del campo,
la verdad es que la mayoría de los trabajadores del campo
en México no deberían estar trabajando.
Claro que esto es insostenible, es insostenible para ellos,
para los productores,
incluso para garantizar la seguridad alimentaria.
Estos 12 elementos graves que nos llevan a una conclusión de que no sabemos
qué vamos a hacer hoy en día,
nos abrieron la Caja de Pandora a la investigación.
Tenemos que estudiar cómo se va a comportar si implementamos
algunas medidas preventivas,
si mejoramos el estado de salud de los trabajadores,
si implementamos hidratación.
Si hacemos diferentes medidas, cómo estas van a impactar realmente
en la disminución de los efectos a la salud.
Dado que no vamos a poder controlar la temperatura radiante del sol,
cómo vamos a poder preparar a las personas, preparar los procesos,
preparar al empresario, para que logren esta producción
sin tener efectos negativos en los trabajadores.
-Muchas gracias, Alejandro. Sin duda son innumerables los desafíos
y la importancia de que ya se esté avanzando en la investigación,
en ver cuáles son los componentes de este problema
a nivel global también.
Vemos que entonces este problema, por la magnitud que tiene
y los desafíos que tiene, las distintas aristas
que presenta, es clave la acción colectiva, ¿no?
Tzveti, ya para ir cerrando la conversación, ¿qué acciones y políticas
se podrían poner en marcha entonces tanto los gobiernos con los trabajadores
y los empleadores para proteger a los trabajadores del calor excesivo?
También, si nos puedes comentar desde la OIT, ¿qué más se está haciendo
en torno a este tema? -Claro que sí.
Algunos países en la región de América Latina ya están tomando
medidas a nivel nacional mediante la adopción de estándares para la medición
y protección frente al estrés térmico.
Este es el caso, por ejemplo, de Chile, donde se aprobó
un protocolo para la medición del estrés térmico.
En la misma línea también Argentina, el año pasado, en 2023,
adoptó especificaciones técnicas sobre carga térmica,
estrés por calor.
Por otro lado, Costa Rica cuenta con un reglamento para la prevención
y protección de las personas trabajadoras expuestas al estrés térmico por calor.
En Costa Rica, además, se ha llegado a adoptar hasta una norma
muy específica de hidratación para las personas expuestas
al estrés térmico por calor en actividades físicas.
En México, muy recientemente,
hay que mencionarlo, se adoptó una norma de seguridad
y salud en el trabajo para los trabajadores agrícolas
que contempla precisamente la obligación del empleador de tomar
medidas relacionadas con las temperaturas elevadas,
entre otras obligaciones relacionadas con otros riesgos relativos
al cambio climático y al calentamiento global.
Estos, Sonia,
son algunos buenos ejemplos que hay en la región de las medidas
que se están tomando a nivel nacional.
Sin embargo,
estas medidas deberían de adoptarse en todos los países de manera sistemática
para que se pueda con ello normalizar
la protección frente al estrés térmico.
Las políticas públicas y la legislación, si bien son un primer paso muy necesario
en esta lucha contra el cambio climático, el estrés térmico,
no son suficientes en sí mismas para hacer frente al problema,
sino que también es muy necesario
que todas estas medidas se aterricen al lugar de trabajo,
que se implementen de manera efectiva a nivel de la empresa,
idealmente mediante
los sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo.
Los sistemas de gestión deberían de prever la evaluación de este riesgo, su medición,
la toma de medidas preventivas,
que se dé la información necesaria a los trabajadores acerca de
cómo el calor excesivo les afecta, las medidas que se toman,
que se les capacite de cómo trabajar de manera segura.
Todo de lo que nos hablaba Alejandro, cómo es necesario que se hidraten,
que esa hidratación sea regular, suficiente,
que se efectúen todas las tareas posibles a la sombra, que se tomen
descansos suficientes y regulares también,
que la vestimenta a utilizar sea la adecuada,
como gorros, ropa cómoda, ligera, que cubra
todo el cuerpo también para proteger al trabajador de la radiación, etcétera.
La OIT apoya con todo esto, desde la realización de estudios
y diagnósticos de la situación nacional, de cómo el estrés térmico
y el cambio climático, el calentamiento global,
afecta a los trabajadores en diferentes países,
en diferentes regiones, en diferentes sectores,
hasta la elaboración también de política pública, normativa.
Por supuesto que hacemos también la correspondiente
a sensibilización sobre la temática.
-Hemos llegado al final de la conversación.
Muchas gracias, Tzveti y Alejandro, nuevamente por acompañarnos hoy
y conversar sobre este importante y desafiante tema.
-Muchas gracias, Sonia.
-Muchas gracias Sonia, y un placer, Tzveti.
-Muchas gracias también a todos ustedes por escucharnos.
Los esperamos próximamente en un nuevo episodio del podcast de la OIT
sobre el futuro del trabajo.
Hasta pronto.
[música de fondo]